¿Cuántas empresas por uno u otro motivo se han marchado ya de Cataluña?

Grandes y medianas empresas huyen de Cataluña. Los hacen por miles, en concreto 8.938 sociedades han cambiado su domicilio fiscal a otras Comunidades Autónomas desde 2010. La cifra es el doble que hace cuatro años. La deriva separatista catalana y la elevada presión fiscal, la tercera más alta del mundo, son los principales motivos que esgrimen las empresas que han hecho las maletas. Sonados nombres como Grifols, que dejará de pagar impuestos en España para hacerlo en Irlanda, o Pronovias, que ahora pagará los tributos en Madrid, se unen a una larguísima lista de entidades de todos los sectores. Alimentación, construcción, financieras, servicios y hoteles se repiten constantemente en los listados.

En los últimos días se han conocido el caso de Nilfisk, el gigante danés de los aspiradores, en cuyo comunicado ha señalado que marcha a Madrid «para minimizar los efectos que cualquier eventualidad política pueda tener sobre nuestros empleados y negocio». Otro de los más sonados son Grífols, Derby Hotels, Mondelez, Schlecker, Ausonia, el gigante carníco Vall Companys y la francesa Suez, cuyas sedes fiscales se ha instalado ahora en Madrid, la gran beneficiada por la presión fiscal y la deriva independentista en Cataluña.

Los empresarios han roto su silencio tras más cuatro años callados y no esconden ahora el verdadero motivo de esta marcha. El Círculo de Economía avisaba de los efectos negativos del denominado «proceso» independentista desde el «minuto uno».

La Generalitat, por su parte, afirma que las empresas prefieren Cataluña y que es la CC AA con mayor inversión extranjera. Asimismo, asegura que el proceso separatista no ha tenido ninguna incidencia. Sin embargo, los datos no avalan su tesis. Según los últimos informes publicados por Asexor, 8.938 sociedades han abandonado Cataluña desde 2008 hasta 2015, en solo cinco años, justo el tiempo que llevan los independentistas en el poder. De 2011 a 2015, 3.984 empresas han abandonado Cataluña, y 1.762 de ellas han ido a parar a Madrid, casi un 66% más que desde 2010 a 2012, cuando se registraron 1.060 empresas. Valencia, por su parte, es la segunda CC AA receptora de empresas afincadas anteriormente en Cataluña, con 567, seguida de Andalucía, con casi 400, y Aragón con 255. Baleares cierra la lista con 251.

En total, desde 2010 a 2012, 4.954 sociedades se han trasladado a la Comunidad de Madrid procedentes de otras CCAA, de las que el 21,4% proceden de Cataluña.

El éxodo empresarial a Madrid se debe a políticas de bajadas de impuestos, estabilidad política y la reducción de trabas burocráticas, un modelo que apuesta por la puesta en marcha de negocios y con ello la creación de empleo.

Las empresas que se trasladan a Madrid son fundamentalmente pymes, con una facturación inferior a los 5 millones de euros, pero más de 250 grandes sociedades ya se han aficando en la capital.

Madrid, al contrario que Cataluña, ha permitido el libre horario comercial, mientras que los Gobiernos de la Generalitat se oponen a esta práctica porque a su juicio va en detrimento del modelo empresarial catalán, es decir, de las tiendas de barrio y comercios pequeños. Asimismo, mientras en Madrid se da la bienvenida a los grandes centros comerciales, en Cataluña se les ponen trabas e impuestos. No obstante, con el Ejecutivo municipal de Manuela Carmena, de Ahora Madrid, se han subido impuestos a gimnasios, restaurantes y otros negocios.

La Generalitat catalana afirma justo lo contrario. «Las empresas se van de Madrid«, llegó a decir el ex consejero de Empresa Felip Puig. Asimismo, aseguró que «estamos ante una campaña empresarial orquestada como consecuencia de un debate político de trascendencia».

En su argumento, la Generalitat asegura que Cataluña es la CC AA que más inversión extranjera recibe, pese a que los datos del Ministerio de Economía tumban esta afirmación. En el último informe, Madrid casi triplica a Cataluña en inversión extranjera, 4.229 millones frente a 1.302 millones. De hecho, Madrid es la principal CC AA para los inversores extranjeros al recibir cerca del 70% del total de la inversión extranjera desde 2008.

Ahora el principal temor de los empresarios catalanes se centra en Oriol Junqueras, el líder de ERC, que llegó a amenazar con paralizar la economía catalana una semana si no se permitía votar el referéndum ilegal. ERC ya tuvo el control de las finanzas catalanas en la etapa del tripartito, llevando a Cataluña a la quiebra, como ha seguido CiU. La deuda de Cataluña se sitúa en el bono basura y sin grado de inversión, una muestra de la delicada situación a la que se enfrenta, más cuando solo tiene la financiación del Gobierno de España para seguir pagando nóminas y gastos corrientes. La deuda con Artur Mas se ha disparado a niveles nunca vistos y los impagos al tercer sector y farmacias se han sucedido mes tras mes hasta acumular una deuda cercana a los 2.000 millones de euros.

El nuevo Gobierno, con Puigdemont al frente, tendrá ahora que realizar recortes para cumplir con sus obligaciones, pero tiene delante y entre los suyos voces muy críticas con estas medidas. Junqueras, de hecho, se ha llegado a plantear incumplir el déficit para meter más presión al Ejecutivo de España.