La falta de eficiencia del sector público lastra la competitividad en España

La falta de eficiencia del sector público lastra la competitividad en España

30 mayo, 2016
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Actualizado: 30 mayo, 2016 0:00
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La falta de eficiencia del sector público y la inestabilidad política lastran la competitividad en España, según el Ránking de Competitividad 2016 de la escuela de negocios IMD publicado hoy.

Según este informe, España está en el puesto 34 de los 61 países analizados, con una mejora de tres puntos respecto a la evaluación de 2015 y de 9 puntos respecto a 2013.

Este progreso se debe esencialmente a la mejora de los indicadores económicos: España ha pasado del puesto 39 en 2015 al 30 en 2016 en el factor ‘actividad económica’ -estuvo en el 51 en 2014-, con mejoras notables en el subfactor ‘economía nacional’ (21 desde el 27) o la ‘inversión nacional’ (del 12 al 8).

Sin embargo, sigue habiendo aspectos que, si bien mejoran, son determinantes y muy perniciosos, como el factor ‘empleo’, que se sitúa en el puesto 57 de 61 países, y que sólo mejora dos posiciones respecto al año pasado.

España es el peor país del mundo respecto a la formación de los empleados, en la posición 61, y en ‘educación universitaria’ se sitúa en la 51.

No obstante, lo que más lastra a España es la eficiencia gubernamental, que no sólo no mejoró en los últimos 12 meses, sino que empeoró, al pasar del puesto 43 al 49.

«El contexto institucional no es nada beneficioso, no hay estabilidad de las políticas económicas, no hay un consenso político respecto a las políticas a largo plazo respecto a educación, formación, modelo económico hacia donde debe ir el país», indicó en una entrevista a Efe Arturo Bris, director del centro de competitividad de la IMD.

Bris citó a países como Suiza, Austria o Alemania que, en su opinión, tienen estabilidad en sus políticas a largo plazo y son mucho más competitivos.

«El marco institucional español es bastante mejorable», agregó.

El ránking coloca a España en el puesto 57 en la ‘facilidad de crear una empresa’ y en la ‘legislación laboral’; en el 55 en la ‘deuda pública’, el ‘déficit gubernamental’, y la ‘inestabilidad política’.

«La calidad del sector público es muy mejorable, hay que avanzar mucho».

Otro aspecto que el experto señaló como muy negativo es el hecho de que los ‘valores corporativos’ se sitúen en el puesto 59.

Son los altos ejecutivos los que se valoran mal ellos mismos, y consideran que las decisiones de la toma de riesgo no son las adecuadas, que la transparencia no es la óptima y que la ética empresarial no es buena. «Si ellos dicen que no tienen los valores adecuados, el país pinta mal», opinó.

Respecto a la inestabilidad política y al hecho de que el país esté con un gobierno en funciones desde hace más de seis meses, Bris dijo que es «terrible» para la creación de negocios.

«La inestabilidad política está a la altura de Venezuela o Taiwán, es muy pernicioso», aseguró, para recordar que las empresas quieren estabilidad y certidumbre, algo que no ha ocurrido en los últimos meses en España.

El informe incluye cinco «desafíos» para España en 2016: mejorar la consolidación fiscal, desarrollar de forma más eficiente y efectiva la administración pública, impulsar la internacionalización del sector industrial, reducir la excesiva regulación, y hacer el mercado laboral más flexible. 

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