Galán culpa al fallecido Íñigo Oriol de la contratación del excomisario Villarejo por Iberdrola
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que ha sufrido un nuevo varapalo judicial al seguir imputado en un caso en el que se revoca a Iberdrola la condición de querellante y que amplia la investigación seis meses más. EFE/Alessandro della Valle

Galán culpa al fallecido Íñigo Oriol de la contratación del excomisario Villarejo por Iberdrola

28 enero, 2022
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Actualizado: 28 enero, 2022 17:22
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Un día después de que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón haya revocado la condición de «querellante» y ampliado la investigación del caso Villarejo seis meses más se han filtrado más declaraciones que hizo el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, como imputado en la contratación del excomisario, siendo policía en activo, ante el magistrado el pasado día 18. Entre ellas destaca, que Galán intenta descargar la responsabilidad de la contratación en el fallecido Íñigo Oriol, que era en 2004 presidente de Honor de la eléctrica, un cargo más representativo que ejecutivo, lo que da una idea de la desesperación del actual presidente de Iberdrola por salir airoso de este caso judicial que pueda acabar con su carrera de ejecutivo y del que afirma que se «enteró por la prensa».

Así, el presidente de Iberdrola aprovechó las preguntas que le hicieron en la Audiencia Nacional como imputado el pasado 18 de enero para aclarar que durante los primeros años en los que, supuestamente, la compañía buscó los servicios del excomisario Villarejo, de 2004 a 2006, quien estaba al frente de la eléctrica era Íñigo Oriol, ya fallecido, no él. Lo que no dice, es que el cargo de Íñigo Oriol, un histórico de la compañía, era de presidente de Honor, sin labores ejecutivas, que recaían todas en Galán como consejero delegado.

«Quiero insistir en este tema. Yo no era presidente. Por encima de mí había más gente», señaló al titular del juzgado central de Instrucción número 6, que en más de una ocasión se excusó por tener que reformularle las mismas cuestiones, y le trasladó que no iba «a pillarle en nada», sólo «a que conteste».

Asimismo en esa declaración como imputado en el caso Villarejo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguro que «jamás» estuvo «obsesionado» con el presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, quien habría sido espiado por el excomisario de policía José Villarejo a instancias de la eléctrica con el fin de obtener información que pudiera usarse en «escenario de conflicto».

Así lo manifestó Sánchez Galán durante su declaración como investigado ante la Audiencia Nacional, en la que aseguró que «jamás» vio o habló con Villarejo, del que sólo tuvo noticia a través de la prensa, e insistió en que es «técnicamente imposible» conocer a cada uno de los proveedores, especialmente en una multinacional que cuenta con 19.000.

«Si no conocía la empresa y no conocía al señor, difícilmente voy a conocer su función. Es absolutamente imposible conocerlo todo porque hay 400.000 personas que trabajan para nosotros en todo el mundo», recalcó el presidente de Iberdrola, según las transcripciones de su interrogatorio, a las que ha tenido acceso Efe.

En esta línea, aseguró que cada departamento está habilitado para adoptar decisiones de forma autónoma, en este caso, el de seguridad, dirigido entonces por el también investigado Antonio Asenjo, que se habría encargado de las contrataciones puesto que no tenía «ningún tipo de limitación» a la hora de ejercer sus funciones.

SOBRE DEL OLMO

Durante su intervención, a la que respondió a preguntas del juez Manuel García Castellón, la Fiscalía Anticorrupción y su propia defensa, Sánchez Galán tuvo que pronunciarse sobre el exdirectivo José Antonio Del Olmo, que advirtió de supuestas irregularidades en el pago de las facturas a Villarejo.

Del Olmo es, a ojos de los investigadores, uno de los ejes centrales de esta causa, hasta el punto de que Iberdrola se querelló contra él por presuntamente falsear un documento que habría elaborado él mismo para alertar de pagos a una empresa «que podría ser Cenyt», vinculada al excomisario.

Sin embargo, en su último auto, dictado esta misma semana, el juez ha abierto las puertas para que se aplique a éste algunos aspectos de la doctrina europea del «whistleblowing» o de protección al denunciante, una sugerencia que está ahora en manos del Ministerio Público y del resto de partes.

«Me enteré de las historias de este señor por los medios y, recientemente por mi abogado. En ningún momento utilizó ni a sus jefes, para decir que (la contratación de Villarejo) era algo irregular, ni el camino paralelo (el canal de denuncias)», indicó Sánchez Galán.

Es más, admitió que habría estado «encantado» de que Del Olmo hubiera informado de sus sospechas en 2015, cuando el diario El País desveló que el policía aún seguía en activo, una cuestión determinante en el delito de cohecho.

NUNCA HA ESTADO «OBSESIONADO» CON FLORENTINO, SIN PRONUNCIAR SU NOMBRE

Uno de los proyectos encargados por Iberdrola a través de Asenjo fue el denominado «Black Board» o «B-B», desarrollado en 2004 y 2005 y que, según el informe de Cenyt, «tenía por objeto conocer información de naturaleza sensible» acerca del entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro.

«Yo no he conocido, ni he ordenado ni he autorizado ningún tipo de acción en este sentido. Entre otras cosas, porque no me interesa. Segundo, porque de Pizarro tengo la mejor opinión, tanto a nivel personal como profesional. Me pareció siempre un competidor absolutamente de primera a todos los niveles», contestó el presidente de Iberdrola.

En términos similares se expresó respecto al presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, que habría sido objeto de las investigaciones de Villarejo.

«Condeno (la práctica) absolutamente», dijo Sánchez Galán, que en otro momento del interrogatorio repitió que «jamás hubiera autorizado hacer ningún tipo de análisis».

«Yo jamás he estado obsesionado con ninguna persona. Respecto a Pizarro, tengo la mejor opinión. Y respecto a la otra persona (Pérez), tuvimos diferencias desde el punto de vista empresarial, que fueron saldadas por el apoyo masivo de los accionistas hacia el Consejo de Iberdrola», añadió.

Por el contrario, rogó al juez «que investigue ese espionaje que he sufrido en un pueblo de Zamora por parte del señor Villarejo, que consta en sus papeles también».

LAS CONTRATACIONES, AL MARGEN DE SUS COMPETENCIAS

Mención especial dedica García Castellón al llamado proyecto Arrow, en torno a la central de Arcos de la Frontera (Cádiz) y a la oposición de una concejal del ayuntamiento para su construcción.

«Estamos hablando de hace 17 años, señoría…El señor Asenjo, como director de los 300 que hay en la compañía, tenía autonomía para tomar las decisiones consideradas necesarias. Ni el Consejo, ni el consejero delegado, ni el presidente, que era Íñigo Oriol, teníamos ninguna cosa que decir», defendió Sánchez Galán.

Y continuó: «me está preguntando (al magistrado) cosas que están absolutamente fuera de mi área de responsabilidad primaria de conocimiento. El día que conozca lo que está pasando en Portland (EE.UU), en un parque eólico, es que he terminado mi vida como presidente».

Una afirmación que despertó la reacción del juez: «Sí, pero es que en Portland seguramente no estén controlando el tráfico de llamadas». 

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