Galán y la alta dirección de Iberdrola logran un bono de 128 millones con el negocio de la luz, un bien básico para todos los ciudadanos
Ignacio Sánchez Galán y la alta dirección de Iberdrola comienzan el año con muy buen pie. Han cumplido los objetivos, que por otra parte no eran muy difíciles de alcanzar, del bono estratégico 2017-2019, lo que se traduce en un pago de 128 millones de euros en los próximos tres años.
Galán y sus directivos tienen derecho al 0,22% de la primera eléctrica española, 14 millones de acciones, al haber alcanzado los objetivos fijados en el plan estratégico 2018-2019.
El que más gana, según la documentación registrada en la CNMV, es Ignacio Sánchez Galán, que ya cuenta con una nómina de 6,2 millones de euros, y al que el corresponden 1,9 millones de títulos, el 13,57% del total, valorados actualmente en 17 millones de euros. Muy lejos del presidente, el segundo es Francisco Martínez Córcoles, con 300.000 acciones, es decir, 1,6 millones menos de acciones que Galán.
Y para conseguir esa millonaria remuneración, tanto los objetivos financieros como los medioambientales, eran fáciles de alcanzar. Esos objetivos eran: Reducir sus emisiones de CO2 sólo en un 5%, algo que se consigue prácticamente cerrando unas de sus centrales térmicas.
De hecho, sin grandes esfuerzos, porque en ningún momento se ha visto mermado su beneficio neto, que subió el 20% hasta septiembre de 2019, superando los 2.500 millones de euros, Iberdrola ha rebajado su huella climática directa en un 8% en los últimos dos años, gracias en parte a la disminución de las emisiones en las centrales de generación térmica. Y las indirectas, mejora de instalaciones y redes, en un 45%.
Respecto al beneficio, sólo era un 5% de incremento, y no el bruto, sino simplemente el neto. El año pasado Iberdrola ganó 3.000 millones de euros en el negocio regulado de la electricidad, un bien básico para todos los ciudadanos, y este año, con más de 2.500 millones de euros en los nueve primeros meses, va camino de batir ese récord.
Y por último, hacerlo mejor que el índice de referencia del sector de la zona euro, el EuroStoxx Utilities 50. En el periodo de referencia, 2017-2019, Iberdrola ha subido el 65% en Bolsa, frente al 38% del índice.
Tampoco tiene problemas en cumplir con los ratios de solvencia, porque cuenta con el respaldo de todas las agencias de calificación como Standard & Poor’s, Fitch o Moddy’s.
Este escenario idílico millonario de la gestión de Ignacio Sánchez Galán y la alta dirección de Iberdrola choca con la situación jurídica que vive la empresas. La eléctrica está siendo investigada por la Audiencia Nacional por supuestos pagos al excomisario Villarejo, cuando era policía en activo, para espiar a rivales, políticos, periodistas y jueces, en beneficio de los intereses personales del propio presidente Ignacio Sánchez Galán.
Además, la formación de un Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, que tiene entre sus objetivo acabar con los multimillonarios beneficios de las compañías eléctricas pueda dar al trasto con el floreciente negocio de Iberdrola, por mucho que Galán haya repetido en multitud de ocasiones que está encantantado con la hasta ahora ministra para la Transicion Ecológica, Teresa Ribera.