Gallina Blanca, una de las marcas favoritas en Rusia

La invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones económicas de la UE ha provocado que muchas empresas abandonen sus actividad en Rusia. Otras, sin embargo, siguen operando, como es el caso de las francesas Alcampo, Leroy Merlin y Decathlon, todos pertenecientes al mismo grupo de inversión, para los que Ucrania ha pedido el boicot. También hay españolas que siguen produciendo en Rusia, como es el caso de Gallina Blanca, controlada por la familia catalana Carulla, una de las más ricas de España y con fuertes lazos con el movimiento independentista catalán.

Gallina Blanca, además, presume en su web de la buena marcha de sus negocios en Rusia. Señala la empresa de alimentación que, «desde el lanzamiento del primer cubito de caldo en la antigua Unión Soviética en 1995, Gallina Blanca se ha convertido en un producto de referencia en los hogares rusos y de la CEI», que la forman estados de la antigua URSS a excepción de los bálticos.

Añade la empresa de alimentación controlada por la familia Carulla que «a lo largo de los años, la marca ha ofrecido a sus consumidores productos no sólo novedosos y de alta calidad, sino también alternativas inspiradoras para nuevos platos y nuevas recetas. A día de hoy, Gallina Blanca ofrece una amplia gama de cubitos de caldo, sopas deshidratadas, sopas instantáneas, condimentos, pasta de grano duro y salsas de tomate. Los sabores locales y los gustos populares de las cocinas del mundo enriquecen la experiencia gastronómica del consumidor».

«Como resultado y gracias a la alta calidad de los productos que ayudan a elaborar platos deliciosos, Gallina Blanca sigue siendo una de las marcas preferidas en Rusia y en la CEI», concluye su presentación de sus negocios en Rusia en su propia web.