Greenpeace inicia una campaña de extorsión y sabotaje contra ACS

Greenpeace inicia una campaña de extorsión y sabotaje contra ACS

13 abril, 2018
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Actualizado: 04 diciembre, 2020 10:57
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Greenpeace había señalado verbal y públicamente a ACS el pasado mes de enero y ahora pasa a emprender una campaña de extorsión y sabotaje contra la constructora española.

El grupo, demandado por «terrorismo ecológico» en 2017 por Energy Transfer, ha colocado candados, cadenas y precintos en el paso del agua de la sede de la constructora presidida por Florentino Pérez, un acto de sabotaje que, de momento, queda impune.

Según este grupo, que emplea así la extorsión como protesta, la empresa Cobra, filial de ACS, habría restringido el acceso al agua de más de 29.000 indígenas quekchí en Guatemala. No obstante, ese proyecto no fue adjudicado a Cobra, sino que fue contratada por una empresa guatemalteca. Además, no se ha incumplido ninguna ley en el país para llevar a cabo esta obra.

De hecho, Cobra solo ha sido subcontratada en varias fases del complejo hidroeléctrico RENACE, pero Greenpeace le acusa de todos los males en esa zona de Guatemala.

No es la primera vez que este grupo autodenominado ecologista inicia sus ataques contra ACS. Según un estudio, en el que no aporta ni una sola prueba, acusa a una filial ACS de ir contra los derechos humanos. De hecho, afirma que hay «lagunas legales«, cuando la legislación corresponde a los políticos y no a empresas. No obstante, el grupo acusado de «terrorismo ecológico» no duda en apuntar directamente a las empresas en vez de exigir cambios en la normativa a quien corresponde, es decir, a Gobiernos.

Para llamar la atención, los activistas de Greenpeace suelen descolgarse sobre las fachadas de las sedes empresariales, como ya hicieran en el Congreso de los Diputados o incluso en Davos. Lejos de tratar de sabotear las instalaciones en los Gobiernos, Greenpeace tan solo realiza sus recomendaciones legislativas, que carecen ya de peso para tomarlas en cuenta debido a las acciones coercitivas a trabajadores de empresas multinacionales.

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