Greenpeace sobre el hallazgo de Repsol: "Es una bomba climática"

Greenpeace sobre el hallazgo de Repsol: "Es una bomba climática"

14 marzo, 2017
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Actualizado: 14 marzo, 2017 12:13
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La organización ecologista recuerda que Repsol aún no tiene la licencia del Estado de Alaska para extraer petróleo del pozo recién descubierto
Asimismo, ha asegurado que parte del yacimiento se extiende en el mar Ártico, pero su extracción es muy complicada debido a que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el ex presidente norteamericano, Barack Obama, firmaron justo antes de finalizar la legislatura que cualquier actividad comercial en las regiones árticas de estos países tendrá que estar en línea con los objetivos climáticos internacionales y estará sujeta a un ‘test climático’. «Esto incluye los proyectos de perforación y explotación de combustibles fósiles«, asegura la organización.
El ex presidente de EE UU se acogió a una ley de 1953 para dar al presidente del país la potestad de bloquear de forma indefinida perforaciones petroleras y gasísticas en algunas aguas controladas por el Gobierno Federal estadounidense. Para poder extraer sin problemas, Donald Trump debería revocar esta ley y poder así conceder licencias en el mar Ártico.
Greenpeace afirma que Repsol «sigue ajena» al cambio de modelo necesario para «combatir el cambio climático y lleva activa desde 2008 en Alaska». En este sentido, recuerda que «el Estado de Alaska no ha otorgado la licencia necesaria para la extracción de crudo de este sector del que Repsol es propietaria al 25%».
Según la organización ecologista, basándose en un informe de la plataforma Oil Change International, «si la comunidad internacional se toma en serio no permitir que la temperatura global aumente más de 1,5ºC ningún gobierno debería permitir construir nuevas infraestructuras ligadas a la exploración, explotación y transporte de combustibles fósiles como el petróleo desde hoy mismo«. En este sentido, ha considerado que «obviamente los 1,2 millones de barriles de crudo no se deben llegar a extraer y quemar» para cumplir con esta premisa.
«La explotación de crudo carece de licencia. Este crudo es una bomba climática, por lo que celebrar su hallazgo es celebrar cómo una compañía privada se va enriquecer a costa de las víctimas del cambio climático», ha asegurado Pilar Marcos, portavoz de Greenpeace.

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