Endesa: «Las eléctricas se han ganado a pulso no tener una buena imagen»

Endesa: «Las eléctricas se han ganado a pulso no tener una buena imagen»

22 junio, 2017
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Actualizado: 22 junio, 2017 14:48
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El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha realizado unas sorprendentes declaraciones admitiendo que «las eléctricas se han ganado a pulso no tener una buena imagen».

No es para menos. Endesa, presidida por Borja Prado, se ha visto envuelta, por ejemplo, en casos de estafa y fraude por haber cambiado de contrato a clientes sin su consentimiento, así como las continúas subidas de la luz en los últimos meses, al tiempo que ha asegurado que no realizará inversiones para mantener dos plantas en España, mientras se lleva el 70% del beneficio a la pública Enel, es decir, 1.000 millones para los italianos, mientras se niega a pagar el bono social de los españoles.

De hecho, en estos últimos diez años, los clientes de Endesa se han convertido en la vaca lechera del Estado italiano, más después de pagar 28.662 millones de euros en dividendos, un montante que ya supone casi la misma cifra que pagó Enel por hacerse con Endesa. Con Borja Prado al frente de la eléctrica, el bono social se ha convertido en un tabú para la empresa. En España, su principal mercado, se niega a poner un sólo euro para el bono social y emprendió hace unos años una cruzada judicial contra el Gobierno. No obstante, el Supremo también ha dejado recientemente sentencias contra esta eléctrica, como la condena de un millón de euros por los cortes de luz de 2004.

También están los cambios de contrato sin previo aviso de los clientes. Las multas impuestas por Competencia contra Endesa alcanzaron los 40.000 euros solo por dos infracciones, a razón de 20.000 euros cada una. En uno de los casos la denunciante aseguró que se le había cambiado de contrato a Endesa sin previo aviso. La propia eléctrica alertó a la consumidora a través de una llamada de teléfono para darle la bienvenida. Desde hacía once años, esta consumidora tenía el suministro eléctrico con Endesa Energía XXI, mientras que el del gas estaba contratado con Gas Natural Fenosa, pero el 18 de enero de 2016 se le comunicó que dejaba de ser cliente de su comercializador de gas. Había pasado a ser cliente a Endesa Energía SAU. En ese caso, Endesa ‘casó’ a la consumidora, falseó la cuenta corriente, el DNI y el número de teléfono.

Ahora asegura que los precios eléctricos mayoristas son actualmente «muy altos» para estos meses del año

Durante su intervención en la cuarta jornada del curso de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Bogas ha explicado que los precios actuales, en torno a 50 euros el megavatio hora (MWh), son más elevados de lo habitual debido a la producción hidráulica y eólica y a la falta de inversiones para la conversión del parque en renovables.

Sin embargo, el consejero delegado ha descartado que los precios se disparen como sucedió en enero y ha añadido que para ello «tendría que haber una circunstancia nueva, excepcional».

Con respecto a la polémica respecto a la rentabilidad de las nucleares, después de que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, dijera que es mayor de lo que dicen sus dueños, Bogas ha situado en 60 euros el megavatio hora (MWh) el punto en que se cubren todos los costes, incluidos los financieros y los impuestos.

En ese sentido, ha considerado que los impuestos a las nucleares «se pusieron en un determinado contexto» en que había que combatir el déficit de tarifa, por lo que «a lo mejor habría oportunidad para replantearse eso».

Bogas también se ha referido a la polémica por el cierre de centrales de carbón para reiterar que actualmente no se dan las circunstancias para acometer las inversiones para reducir las emisiones, por lo que, «si no cambia ninguna circunstancia», cerrarán cuando lo exija la normativa.

«Todavía no hemos alcanzado la madurez política para buscar puntos de encuentro y no decir exactamente lo contrario de lo que dice el otro», ha afirmado. Este plan de transición energética tendría que recoger la vía de cumplir los objetivos de reducción de emisiones a 2030 y 2050, algo que en su opinión es «imposible» si se cierran las nucleares.

El cierre de nucleares en España supondría la retirada de 7.000 megavatios (MW) de potencia instalada, ha explicado, que tendrían que sustituirse o bien por ciclos combinados de gas -algo inviable porque servirían para 2030, pero no para 2050, cuando no puede haber emisiones- o por 70.000 MW renovables para garantizar el suministro.

 

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