IAG defiende que la compra de Air Europa es la mejor forma para que ésta pague la deuda al Estado

IAG defiende que «la mejor forma para el Estado español de recuperar el dinero de todos» que ha prestado a Air Europa durante la pandemia a través del ICO y la SEPI es que salga adelante la operación de su compra por parte del grupo aéreo hispano-británico, al que pertenecen Iberia, British Airways (BA) o Vueling.

Y lo argumenta porque «no va a haber un grupo que genere más sinergias con Air Europa que IAG», ha dicho este miércoles su consejero delegado, Luis Gallego, a quien la revista Actualidad Económica ha entregado el premio al Mejor Empresario del año 2022.

Gallego ha explicado que, haciendo «una proyección de los resultados de Air Europa incluso en su mejor año precovid, no recuperamos ese dinero nunca», mientras que su adquisición por IAG «genera sinergias para repagar esta deuda» (475 millones de euros concedidos por la SEPI y 141 millones con aval del ICO, con un saldo actual de 132 millones).

La compra de Air Europa por parte de IAG cerrada a finales de febrero pasado tiene que pasar ahora el filtro de la Dirección General de la Competencia de la Comisión Europea, que «querrá garantizar que esta operación es beneficiosa para el consumidor».

IAG, EN NEGOCIACIONES CON COMPETENCIA

De momento, IAG está empezando a hablar con Competencia de nuevo -el primer intento de lograr su visto bueno a la operación fue retirado a finales de 2021-.

Es un proceso que «empieza desde cero, todo lo que hicimos antes, de alguna manera, forma parte del pasado y estamos presentando una nueva propuesta de remedies (cesiones) y veremos dónde Bruselas considera que está el punto de equilibrio y si nos interesa seguir adelante con la operación», ha agregado.

La compañía está teniendo las primeras conversaciones con Bruselas y todavía está estableciendo los plazos con los que va a ir presentando las distintas etapas del proceso, que podría alargarse hasta 18 meses, ha agregado.

No obstante, ha precisado que hay operaciones que han tardado menos, lo que depende de si se hacen en la llamada fase 1, de unos seis meses, lo que el grupo intentará, o la fase 2, en la que lo más que puede durar son 18 meses.

Aunque se empieza el proceso de cero, ya que la operación es distinta ahora porque «no es lo mismo hacerla en el contexto de covid que en uno de recuperación», las ventajas de consolidar el ‘hub’ de Madrid «siguen siendo las mismas que teníamos en un principio».

UNA OPERACIÓN BUENA PARA MADRID Y ESPAÑA

Para Madrid y España, tener una aerolínea de referencia y un hub que pueda competir con los del norte de Europa, es bueno, por lo que hay que apostar por esa consolidación. «Hablamos con el Gobierno y es consciente de la operación y estoy seguro que va a apoyarla», ha apuntado.

Tras mucha incertidumbre generada por la covid, ahora, todas las compañías están en un entorno de recuperación, pero con «unas enormes deudas» que tienen que repagar como la de Air Europa y es algo que tiene que tener en consideración Bruselas, ha subrayado.

«No consiste solo en volver a la rentabilidad, sino si ésta te va a hacer capaz de repagar la deuda que tienes», ha matizado.

IBERIA Y VUELING SUPERARÁN ESTE VERANO SU CAPACIDAD PRECOVID

En cuanto a la capacidad prevista para esta temporada de verano, Gallego ha detallado que tanto Iberia como Vueling están por encima del nivel precovid, en tanto que, en el caso de BA, hay algunos mercados que todavía están recuperándose como por ejemplo la región de Asia-Pacífico, donde su oferta aún está muy por debajo de 2019, ha agregado.

Respecto de los posibles problemas de congestión en Europa, ha explicado que el verano pasado fue muy difícil porque «veníamos de haber dejado de volar a hacerlo mucho de golpe y las aerolíneas, los aeropuertos y los controladores lo sufrieron».

Este año, sin embargo, estamos en otras circunstancias y, por ejemplo, BA «tiene todo el personal necesario para la operación planeada», ha destacado.

Aunque el aeropuerto londinense de Heathrow pudiera no tener suficiente personal de seguridad para todo el volumen de tráfico previsto, Gallego no espera que vaya a ser un verano malo como el pasado, pero sí que va a seguir habiendo dificultades por ejemplo en los controles de tráfico aéreo.

Las huelgas del control aéreo francés (34 días entre marzo y abril) suponen un problema porque se producen retrasos y se encadenan en toda la operación, ha lamentado.

También la guerra en Ucrania hace que habrá, con prácticamente los mismos vuelos o más que había en 2019 sobre Europa, algunas zonas de tránsito aéreo restringido, por lo que cree que «va a haber todavía alguna situación difícil, pero no estamos donde estábamos el año pasado».