¿Por qué Iberdrola quiere poner fin a las nucleares?
Las eléctricas, como Iberdrola, buscan poner fin a las centrales nucleares en España. Las próximas en ser cerradas serían las de Vandellós y Almaraz, cuya licencia de gestión expira el próximo año. El pulso con el Ministerio de Energía, dirigido por Álvaro Nadal, se mantiene así vivo.
Las decisiones de las eléctricas deben atenerse también a sus accionistas, quienes han apostado por un retorno de la inversión, y por tanto no entienden por qué la eléctrica mantiene un negocio inviable económicamente, ya que están en pérdidas. El coste de mantener todas la centrales nucleares en España alcanza entre los 6.000 y 7.000 millones en todo el sector eléctrico, un montante a repartir, según su exposición, entre Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa.
La apuesta por las energías renovables y las pérdidas que genera el negocio nuclear, principales motivos
Fuentes de la eléctrica han apuntado que la apuesta por las renovables es el principal objetivo. No obstante, estas fuentes energéticas dependen de la climatología, ya que el Sol no sale todos los días, ni tampoco sopla el viento. Por este motivo, el sistema energético está respaldado por las centrales nucleares. No obstante, preguntadas por las posibles alternativas, desde Iberdrola ponen en valor las centrales hidroeléctricas de bombeo.
Central hidroeléctrica de bombeo
Estas centrales tienen dos embalses. El agua contenida en el embalse inferior es bombeada durante las horas de menor demanda eléctrica al embalse superior, con el fin de turbinarla, posteriormente, para generar electricidad en las horas de mayor consumo eléctrico, y por tanto no tener que utilizar energías más caras y contaminantes. Según las fuentes de Iberdrola, este tipo de almacenamiento es más económico y tiene una mayor capacidad que incluso las nuevas baterías de almacenamiento. Es una de las formas de almacenar electricidad y es la más económica.
Las eléctricas están enviando la documentación, pero se trata de un requisito obligatorio. No hay adoptada ninguna decisión final sobre las nucleares
Las eléctricas, no obstante, están cumpliendo con la normativa. De hecho, están enviando toda la documentación necesaria para renovar las licencias de gestión de las centrales nucleares al Consejo de Seguridad Nuclear. La información facilitada es tan extensa que el organismo público tiene que tenerla al menos con un año de antelación, para analizar todos los detalles técnicos y evitar así sorpresas de última hora con un tema tan delicado.
Esto no quiere decir que las eléctricas vayan a pedir finalmente las licencias, una decisión que se tendrá que adoptar conforme expire el plazo de los permisos. En las centrales de Almaraz y Vandellós se adoptará la decisión en 2019, pero se desconoce la fecha. Estas dos centrales están gestionadas por Iberdrola y Endesa, respectivamente.
Las dos vías del Gobierno para impedir el cierre de nucleares
Según las fuentes de la compañía, se tomará una decisión cuando sea oportuno, sin que haya un plazo fijo para ello. El Gobierno ya ha aprobado un real decreto para impedir los cierres de centrales eléctricas vitales, pero sin que haya un acuerdo con las eléctricas. Con esta normativa, el Gobierno podría obligar a mantener abiertas y en funcionamiento las centrales, pero la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) lo ve totalmente ilegal y aún faltaría por ver el dictamen del Consejo de Estado.
Ante esta posible marcha atrás del Gobierno, se ha iniciado otra vía. Las eléctricas tendrían que asumir los costes de desmantelamiento de las centrales, así como la gestión de los residuos tóxicos. Actualmente, esta labor la realiza la pública Enresa, dotada con montantes millonarios procedentes de las eléctricas. En total, hay unos 5.000 millones de euros en la pública, un montante insuficiente para cubrir gastos.