Jaguar Land Rover despide a 4.500 trabajadores para reducir costes
Jaguar Land Rover, el mayor fabricante de automóviles del Reino Unido, anunció hoy que suprimirá 4.500 puestos de trabajo en todo el mundo, en su mayoría en el Reino Unido, a fin de reducir costes.
En un comunicado, la compañía, propiedad de la india Tata Motors desde 2008 y con sede en Coventry (Inglaterra), explica que su intención es ahorrar 2.500 millones de libras (unos 2.760 millones de euros) en dieciocho meses.
Este recorte de empleos se suma a las 1.500 personas que ya dejaron la empresa en 2018, como parte de un plan que, según se señala en la nota, «sentará las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo».
Jaguar Land Rover, que tiene unos 43.200 empleados principalmente en territorio británico, ofrecerá un programa de bajas voluntarias, e informó asimismo de que planea «invertir más» en la electrificación de sus vehículos.
Así, producirá «unidades de conducción eléctrica» en el Centro de manufactura de motores de Wolverhampton y en un nuevo Centro de montaje de baterías que se creará en Hams Hall, en Birmingham (centro inglés), dice en el comunicado.
«Esta acción decisiva ayudará a ofrecer un robusto crecimiento a largo plazo, con la aplicación por Jaguar Land Rover de una mejora de los costes y los beneficios», manifestó el consejero delegado, Ralf Speth.
«Esto protegerá nuestro futuro y permitirá mantener la vital inversión en tecnologías autónomas, conectadas, eléctricas y compartidas», añadió.
Estas medidas se enmarcan en el programa «Carga y aceleración» con el que la multinacional quiere «reducir costes y mejorar el flujo de caja» y «la eficiencia operativa».
Como otras empresas del ramo, Jaguar Land Rover se ha visto afectada por una caída de las ventas en China y de sus vehículos diesel -debido a las restricciones de uso en varios países-, y le preocupa también una pérdida de competitividad por el «brexit» o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
También hoy, el fabricante de automóviles estadounidense Ford ha anunciado un recorte de personal en Europa, donde emplea en torno a 50.000 personas, sin aportar cifras concretas y pendiente de la negociación con los interlocutores sociales.