Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco y Abanca, un imperio bancario muy rentable alimentado en la revolución chavista

Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco y Abanca, un imperio bancario muy rentable alimentado en la revolución chavista

21 enero, 2018
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Actualizado: 21 enero, 2018 22:39
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Juan Carlos Escotet, dueño de Banesco y Abanca, hizo crecer su imperio bancario en plena revolución chavista, liderada por Hugo Chávez.
El beneficio de Banesco se ha incrementado en un 15.944% en poco más de una década. En España compró el Banco Echeverría en 2012 y esta entidad se hizo en 2013 con el 88% de NCG Banco, nacido tras la fusión de las cajas gallegas, Caixa Galica y Caixa Nova.
Juan Carlos Escotet se ha cuidado de desvincular de Venezuela gran parte de su holding financiero. Abanca está inmersa en este conglomerado financiero a través de Banesco Holding Financiero, una matriz similar a la que tiene Bankia con BFA, que es la poseedora de las acciones en manos del Frob. Pese al riesgo de Venezuela, el organismo público no se le pidió ningún tipo de garantía ante un cambio de control. El holding tiene su sede en Madrid, por lo que está bajo la legislación española, pero no está exento de riesgo en caso de que al Gobierno dictatorial de Nicolás Maduro se le ocurra nacionalizarla.
El holding financiero se germinó a raíz de la entrada de Escotet en Panamá, donde compró uno de los bancos más importantes del país. De esta forma, diversificaba su exposición a Venezuela, ya que el holding empresarial panameño no consolida en las cuentas de Banesco Venezuela. Pasado un tiempo y tras una estructura diseñada por el bufete Cuatrecasas, trajo el holding a España, cuya denominación actual es Abanca Holding Financiero, sin tener exposición a Banesco Venezuela.
Escotet opera en importantes plazas, además de la mencionada Venezuela, tiene presencia en Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico, Brasil, República Dominicana, Colombia, Suiza, Alemania, Portugal, Reino Unido y Francia.
La fortuna de Escotet ha ido incrementándose año tras año. Según el índice de multimillonarios de Bloomberg, ha sumado 604 millones en el último año, un 13,2% más, pese a que el país está devastado económicamente. Ocupa el puesto 379 en el ránking de los más ricos, con una fortuna estimada de 5.017 millones de dólares.
No obstante, Juan Carlos Escotet ha saltado a la luz no sólo por las acusaciones de la oposición venezolana en 2015 por sus supuestas vinculaciones con el chavismo. El banquero mantuvo una relación cordial con Chávez, pese a estar en las antípodas ideológicamente hablando, según aseguró en 2014 a un nutrido grupo de periodistas españoles en una cena en su vivienda. De hecho, contaba como anécdota que Chávez le llamaba a horas intempestivas para que fuera a Miraflores, sede del Gobierno bolivariano, y tratar distintos asuntos sobre economía. La relación de Chávez con Escotet era tal que el entonces presidente venezolano le llamaba en directo para pedirle a la banca privada que comprara papeles de la república.

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Su nombre ha aparecido en dos de los mayores escándalos sobre las artimañas para escapar de las garras de Hacienda: la lista Falciani y los papeles de Panamá.
Escotet tenía 4,5 millones de dólares en el HSBC de Ginebra a título personal y otros 7 a nombre del banco. Según su versión, el Gobierno de Venezuela conocía este dinero, al tiempo que éste guardaba 12.000 millones en esta entidad. La cuenta personal fue abierta en 2005, con una cantidad máxima de 4,57 millones de dólares entre 2006 y 2007. A nombre de Banesco, abierta en 2004, figuraron otros 7,04 millones, según los documentos publicados entonces por el consorcio de periodistas de investigación. Escotet era el apoderado de esta cuenta. Escotet es un empresario no residente en España, sino en Venezuela. «Las cuentas en HSBC correspondientes a 2006-2007 está declaradas al regulador venezolano y a la autoridad fiscal de Venezuela», afirmaba un portavoz a El Confidencial.
En los Papeles de Panamá, Escotet aparecía como consejero y secretario de dos sociedades en Bahamas. En concreto, Cens Corporation y Clichy Corporation entre 1992 y 2008. Las empresas se crearon el 27 de noviembre de 1992 y disueltas en mayo de 2008. Este tipo de sociedades suelen ser utilizadas por las grandes fortunas de Venezuela para mantener a buen recaudo sus activos en caso de expropiación.

Banesco, multado por saltarse leyes contra el blanqueo

Banesco no ha estado exento de polémica por el blanqueo de capitales. Hace justo un año fue multada por Panamá por saltarse la ley de blanqueo. Era la primera vez que el presidente del país, Juan Carlos Varela, realizaba un ejercicio de transparencia en el sector financiero. «Este es un paso en el sentido correcto hacia la transparencia, los bancos, considerados ‘las vacas sagradas’, fueron tocados y comprendieron que el mundo ha cambiado y están comprometidos realmente», explicaban las autoridades. Del total de multas, Banesco tuvo que pagar 640.000 dólares, la segunda más elevada, tras las tres impuestas a Banco Universal, con un montante conjunto de 1,5 millones. La entidad financiera presidida por Escotet pagó religiosamente y dio el asunto «por muerto».
 

La sanción impuesta a Banesco en Panamá por no aplicar la ley contra el Blanqueo de capitales

Banesco, una mina de ganar dinero pese a la cruda crisis de Venezuela

Los activos de Banesco, según sus propias cuentas se dispararon entre 2004 y 2005 de 5.353,9 a 9.443 millones en tan sólo nueve meses. Las captaciones del público pasaron de 4.270,2 millones a 8.075 millones, un incremento del 89,1%, con un crecimiento del 54,4% en depósitos en cuentas corrientes, del 68,3% en depósitos de ahorro y del 175,4% en depósitos a plazo.
El patrimonio pasó de 820,5 millones de bolívares a 1.073,3 en ese tiempo, un 30,8% más. Pero la partida más elevada eran los fondos fiduciarios, cuya función principal es la de evitar el pago de impuestos -tras la muerte del dueño de los activos, se crea el fideicomiso. Estos activos pasan a ser gestionados por la entidad financiera y se evita pagar algunos impuestos, ya que la propiedad no pasa a los herederos-, pero también sirven para proteger los activos cuando los beneficiarios son menores de edad. Banesco pasaba de los 3.100 a los 4.387 millones de bolívares en nueve meses.
En 2007, con Hugo Chávez aún en el poder, Banesco disparaba sus activos en Venezuela. A cierre del primer semestre de ese año tenía activos por valor de 20.347 millones de bolívares, un 62,1% más respecto al primer semestre de 2006. Los depósitos en cuentas corrientes subían en un 51,7% en un año, y sorprendía la partida «otros» que pasaba de los 397 a 1.557 millones, un 617,6%. Ese año, los depositantes de las cuentas a plazo caían en un 6,8%.
En 2009, con la crisis mundial desatada, Banesco no paró de engordar los activos. 81.046 millones de bolívares acumulaba la entidad financiera entre el primer y segundo semestre de ese año, con crecimientos del 30,2% y del 6,7%, respectivamente. La partida «otros» se había multiplicado respecto a 2008, hasta alcanzar los 6.665 millones de bolívares en el primer semestre y los 11.029 en el segundo trimestre, para después caer durante la primera parte de 2010, hasta los 8.668 millones.
Desde 2004 hasta el último ejercicio, los beneficios de Banesco pasaron de un acumulado de 438,4 millones de bolívares a casi la misma cantidad en 2006, para pasar a 612 millones de bolívares en 2009 y 906 millones en 2010. El punto de inflexión se produjo en 2011, cuando disparaba el beneficio neto a rozar los 2.000 millones de bolívares. En 2012, el beneficio neto se disparaba hasta los 4.924 millones en el acumulado del año. En 2014, la ganancia neta se aceleró hasta los 17.162 millones de bolívares, subiendo en 2015 hasta los 19.609 millones de bolívares. En 2016, alcanzaba un agregado total de 49.300 millones de bolívares, cifra significativamente alejada de los 69.900 millones cosechados en los primeros seis meses del año pasado. De esta forma, el beneficio de Banesco ha crecido un 15.944% en tan solo una década, un ritmo que supera con creces a cualquier banco español. Eso sí, cabe recordar que la inflación en Venezuela se ha disparado debido a las polémicas devaluaciones del bolívar realizadas por el chavismo.
 

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