La brasileña Oi espera concluir la venta de su red móvil, a la que opta Telefónica, a finales de 2021
El presidente de la empresa brasileña Oi, Rodrigo Abreu, prevé concluir la venta de las operaciones de telefonía celular de la compañía «solo a finales de 2021» y afirmó no tener preferencia por alguna de las ofertas recibidas, entre ellas la del consorcio formado por Telefónica, TIM y América Móvil.
«Esperamos que esta operación se cierre solo a finales de 2021», señaló Abreu en una entrevista publicada este lunes en el diario ‘O Estado de Sao Paulo’.
La firma brasileña se encuentra inmersa en un proceso reestructuración, tras acogerse a ley de quiebras de su país en 2016, mediante el cual puso a la venta algunos de sus negocios, entre ellos su red de telefonía móvil, con casi 34 millones de clientes.
Oi tasó su red móvil en un mínimo de 15.000 millones de reales (unos 2.332 millones de euros) e informó que la vendería al mejor postor.
Entre los interesados destacan, por un lado, la compañía Highline Brasil, controlada por la estadounidense Digital Colony, y por otro, un consorcio formado por las filiales brasileñas de Telefónica España, Telecom Italia (TIM) y la mexicana América Móvil (Claro).
Abreu indicó que están «en medio de las negociaciones de los términos de compra y venta, así como de las obligaciones que implica la transacción».
«Nuestra visión es neutral. No hay preferencia por la oferta A o B, pero sí por aquella que traiga más valor a la compañía y presente condiciones de hacer viable las obligaciones que se asuman», señaló en la entrevista al diario paulista.
Sobre las hipotéticas restricciones que podrían imponer las autoridades brasileñas por concentración de mercado, en caso de cerrar un acuerdo con el consorcio, Abreu afirmó que ambas ofertas son viables y «tienen condiciones».
«Es cuestión de negociar los términos», agregó.
Abreu dijo que la venta a Telefónica Brasil -que opera a través de la marca VIVO-, TIM y Claro, lleva consigo un «complejo proceso de separación para dividir el activo entre más de un operador», mientras que la opción de Highline Brasil, obligaría a Oi a «asumir obligaciones de transición, como la gestión de los clientes».
«En ambos casos, entendemos que la venta no tendría una resolución inmediata, justamente porque envuelven discusiones sobre aspectos competitivos y regulatorios», completó.
Oi también ha puesto a la venta su red de fibra óptica por un precio mínimo de 20.000 millones de reales (unos 3.110 millones de euros) y por la que, según el directivo, ya han recibido «más de diez ofertas» por ella.
Abreu también se mostró confiado en que la nueva versión del plan de reestructuración de Oi será aprobada en la próxima asamblea general de acreedores, prevista para el 8 de septiembre.