La patronal de los talleres exige prohibir los «talleres móviles»

La patronal de los talleres fijos y legalmente constituidos amenaza con llevar a los «talleres móviles» a los tribunales e insta a Industria a prohibirlos. Éstos últimos viven en un vacío legal y se han extendido durante los últimos años.

La Confederación Española de Talleres está estudiando ahora si denuncia la actividad de los talleres móviles, cuya situación es de alegalidad ya que no están regulados ni prohibidos por la actual normativa.

En estos talleres móviles se sustituyen o reparan lunas, neumáticos, baterías y otros componentes de los vehículos y se han expandido gracias al limbo legal. En cambio, sus competidores están perfectamente regulados y deben estar registrados, como cualquier instalación industrial. Según la patronal, los talleres móviles suponen un riesgo para la seguridad «en su más amplio sentido«.

Asimismo, la regulación para los talleres fijos abarca distintas materias, como medioambiental (gestión de residuos), de seguridad industrial (control de sus instalaciones y reglamentación específica), de ámbito municipal (licencia ambiental), de consumo (garantía de la reparación e información al usuario). Todo ello para garantizar además la seguridad vial.

El “taller móvil”, sin embargo, «difícilmente va a poder dar cumplimiento a toda esta normativa«, afirma la patronal que reflexiona: «¿Cómo y dónde almacenará los residuos generados?, ¿a quién entregará esos residuos?, ¿qué control metrológico y de seguridad seguirá su maquinaria?, además de convertirse en la puerta de entrada perfecta a una competencia no deseada y que puede causar graves perjuicios al sector».

Desde la patronal han señalado que están realizando un «trabajo específico en la persecución del intrusismo profesional y la competencia desleal en nuestro sector». En este sentido, han destacado que las actividades como la de los “talleres móviles” no ayudan a minimizar sus efectos, justo al contrario, permiten su proliferación y, entendemos, que con grave riesgo para la seguridad vial.

«El perjuicio que supone su proliferación para el taller legalmente constituido es obvio, como también lo es el perjuicio potencial para el usuario del automóvil, que puede ver seriamente comprometidos sus derechos en materia de consumo», ha continuado.

Asimismo, en caso de regular la prestación de servicio en la calle, debido a la escasez de suelo público, debe ordenarse y regularizarse por las administraciones en aras a la unidad de mercado y a posibilitar el acceso a cualquier operador; todo lo contrario a lo que viene sucediendo, al favorecer esa alegalidad sólo a grandes redes que se autodenominan de asistencia y cobertura, y van ganando cuota de mercado ante la pasividad de las autoridades y la frustración del sector.

La normativa actual en materia de Tráfico y el propio Real Decreto de Talleres (1457/1986) ya prevén la actividad del Auxilio en Carretera, como servicio dependiente de un taller y como única actividad que puede realizarse en la vía pública. Auxilio en carretera que no puede traducirse ni interpretarse como reparación, sino como aquella intervención que permita el traslado del vehículo a un taller. En este aspecto, insta al Ministerio de Industria a prohibir los talleres móviles.