La mitad de los trenes de Talgo a Renfe en mayo están averiados

La disputa entre Renfe y Talgo se intensifica. La tensión entre la operadora ferroviaria pública y el fabricante de trenes con sede en Las Matas ha escalado tras el incidente del pasado lunes, en el que 494 personas quedaron atrapadas durante más de dos horas en un tren cerca de la estación madrileña de Chamartín. El conflicto se ha agravado debido a las averías que han dejado hasta 11 trenes fuera de servicio, es decir, la mitad de los que se han entregado hasta ahora.

El problema surgió cuando, el 21 de mayo, Renfe recibió una parte de los 30 trenes del modelo S106 adquiridos a Talgo. Aunque la compañía presidida por Carlos de Palacio debía entregar 30 trenes, solo se han entregado 22 con años de retraso. De esos, solo 11 están en funcionamiento, mientras que los ocho restantes aún no se han entregado a Renfe, que afirma no tener «información al respecto».

Renfe ha solicitado una indemnización de más de 160 millones de euros a Pegaso Transportation, el brazo financiero de Talgo controlado por Trilantic y la familia Oriol, debido a los retrasos en la entrega de estos últimos modelos del Avril. Además, ha pedido 390.000 euros por las «graves incidencias técnicas» ocurridas el lunes. En paralelo, el equipo técnico de Renfe está evaluando la fiabilidad de la Serie 106 de Talgo en su totalidad.

La mayoría de trenes de Talgo no en servicio están en reparación

En cuanto a los otros trenes entregados, que aún no están en servicio, la mayoría está en reparación por fallos técnicos, aunque algunos estarían en reserva, según fuentes. Esto significa que la mitad de los trenes entregados hasta ahora están fuera de servicio debido a «diversos fallos en el software» y problemas con el sistema TCMS, la red de control y comunicaciones. Sin embargo, no todos los trenes retirados están averiados; algunos están en reserva o destinados a otros servicios.

A pesar de esto, la realidad es que la situación «ha empeorado desde el inicio de la explotación, tanto en términos de número de incidencias como en el impacto en la operativa», según un comunicado de Renfe. Los problemas con los trenes están afectando la eficacia de los servicios de la compañía pública, con retrasos significativos, especialmente en Asturias y Galicia, donde los trenes de la Serie 106 se han utilizado para inaugurar nuevos trayectos.

En resumen, los trenes S106 han generado serios problemas para Talgo, llevando a la compañía a una situación económica difícil con el propietario de Renfe, el Gobierno nacional.