Los riesgos en El Prat ante una opa de IAG sobre Norwegian: más precio, menos bienestar

La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) ha advertido de los riesgos que puede suponer la compra de Norwegian por parte del grupo IAG y considera que la operación podría reducir la competencia en el aeropuerto de El Prat y suponer un aumento del precio de los billetes y empeorar el servicio.

La posible operación, aún en estudio por parte de IAG, podría tener «efectos negativos sobre el bienestar de los ciudadanos de Cataluña», ya que ambas compañías son muy relevantes en el aeropuerto de Barcelona.

La semana pasada el grupo IAG, del que forman parte Iberia, British Airways y Vueling, adquirió un paquete accionarial del 4,61% de la compañía noruega y dio un primer paso para hacerse con la totalidad de la aerolínea, operación en la que algunos analistas consideraron decisivo el importante crecimiento de las rutas de largo radio a Estados Unidos por parte de la low cost.

IAG y Norwegian acapararían algunos destinos desde El Prat

IAG opera actualmente en El Prat a través de sus aerolíneas un total de 120 destinos, mientras que Norwegian enlaza la ciudad con 23 destinos. Un análisis muy preliminar de la ACCO indica que en 17 vuelos desde el aeropuerto de Barcelona se producen solapamientos entre Norwegian y aerolíneas de IAG y que el grupo IAG resultaría ser el único operador en 4 destinos, dos de ellas vuelos transatlánticos y pasaría a operar en régimen de monopolio.

Si la operación de concentración se acabase produciendo y fuera autorizada sin compromisos, se produciría una reducción en el número de competidores en algunos destinos, en 4 de ellos se pasaría de 2 a 1 competidor (Dubrovnik, Gotemburgo, Los Ángeles y Oakland). Además, en 7 destinos se pasaría de 3 a 2 competidores (Copenhague, Düsseldorf, Edimburgo, Gran Canaria, Helsinki, Reikiavik y Oslo). En 4 destinos, se pasaría de 4 a 3 competidores (Estocolmo, Hamburgo, Tel Aviv y Tenerife); en Londres, de 5 a 4; y, en Varsovia de 6 a 5.

La Autoridad Catalana de la Competencia cree que en caso de producirse la compra estos solapamientos podrían suponer una reducción significativa de la competencia en un buen número de vuelos entre el aeropuerto de Barcelona-El Prat y diversos destinos.

Ello podría provocar una reducción de la competencia, de no ser compensada por importantes ganancias de eficiencia y podría suponer un incremento del precio y una reducción de la calidad para sus usuarios.