La secretaria de Estado de Energía califica a su jefa Ribera de ‘pionera y visionaria’

No será porque a España le han tenido que crear una isla energética al margen del mercado único europeo, no será porque España es contraria a la medida de la CE de incluir como verdes a la energía nuclear y el gas, no lo será porque no fue capaz de adelantar con su política energética los récords históricos del precio de la luz en España o porque su reforma de la franja horaria dispararon las tarifas eléctricas y volvió locos a los españoles con la lavadora, pero, aún así, con todo esto y más, para la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, su jefa, Teresa Ribera, es una «pionera y visionaria» en el mercado eléctrico europeo. Qué haría Europa sin ella, que ha puesto sobre la pista de Bruselas los ‘beneficios caídos del cielo’ de las eléctricas.

Hasta el punto, defiende Aagesen, de que España está alineada con la CE, cuando Bruselas aún sigue dándole vueltas al decreto que pone tope al precio del gas y ha obligado al Gobierno de Sánchez a cambiar la tarifa regulada, aquella que da derecho al bono social y que tiene contratada más de 10 millones de hogares españoles, así como a servir a Francia electricidad a bajo precio con la subvención de todos los españoles, que serán los que terminen pagando la diferencia entre el tope y el coste real, al precio del gas.

Ha añadido que lo que ha dicho Europa para dar solución a la crisis de los precios de la energía lo anticipó antes España y ha añadido que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, «es una visionaria» que ha conseguido hacer muchas cosas en poco tiempo, en otras, esto no lo dice la secretaria de Estado, que la luz triplique su precio en menos de un año y que marque récord históricos en España.

Aagesen ha señalado que primero en el plan Repower EU, para hacer frente a la crisis de los altos precios y disminuir la dependencia energética de la UE, se habló de los beneficios extraordinarios de las eléctricas y España fue de los primeros países que adoptó medidas fiscales para paliar el impacto del incremento de los precios de la electricidad. Por cierto, una media sobre la que Bruselas pidió explicaciones y que sigue analizando por la naturaleza de intervención del mercado que conlleva.

En realidad, de lo que está hablando ahora la Unión Europa es de aumentar el peso de la energía nuclear y el gas en su mix energético, todo lo contrario de lo que lleva años defendiendo la ‘visionaria’ Ribera.