La Sepi cesa a Abril-Martorell en Indra y coloca a Murtra en una nueva presidencia no ejecutiva

La Sepi cesa a Abril-Martorell en Indra y coloca a Murtra en una nueva presidencia no ejecutiva

Lo que está claro es que la cúpula de Indra a instancias de la Sepi ha engordado y le saldrá más cara a sus accionistas. De un presidente Ejecutivo se ha pasado a un presidente no Ejecutivo, que cobrará cientos de miles de euros -La exministra socialista Beatriz Corredor por la misma función en Red Eléctrica cobra 600.000 euros al año- y a dos consejeros delegados. Todo eso sin contar los 6,1 millones de euros que tendrá que pagar a Abril-Martorell por su despido
27 mayo, 2021
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Actualizado: 27 mayo, 2021 16:42
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El hasta ahora presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, ha comunicado este jueves a la plantilla de la compañía que hoy ha sido cesado de su cargo, según una carta que les ha dirigido por correo electrónico. Posteriormente, el Consejo de Administración de Indra, a propuesta de la Sepi, ha elegido (premiado) al ingeniero industrial Marc Murtra, patrono de la Fundación La Caixa, pero con una carrera profesional totalmente ligada al PSC, la marca del PSOE en Cataluña, como presidente no ejecutivo de la compañía, en sustitución a Fernando Abril-Martorell, que sí tenía funciones ejecutivas, en otra clara muestra de colocación de políticos en empresas públicas o con participación del Estado, que no del Gobierno, aunque parece que son suyas por la forma de gestionarlas y enchufar a amiguetes o compromisos políticos.


Paralelamente, este órgano de gobierno ha nombrado a dos consejeros delegados de la compañía, con carácter solidario, Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, responsables de las divisiones de Transporte y Defensa y Minsait, respectivamente, según ha informado la compañía este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Lo que está claro es que la cúpula de Indra a instancias de la injerencia de la Sepi ha engordado y le saldrá más cara a sus accionistas. De un presidente Ejecutivo, Fernando Abril-Martorell, se ha pasado a un presidente no Ejecutivo, que cobrará cientos de miles de euros -La exministra socialista Beatriz Corredor por la misma función en Red Eléctrica cobra 600.000 euros al año-  y a dos consejeros delegados, Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, de los que antes carecía el grupo tecnológico.

A todo esto hay que sumar la indemnización a Abril-Martorell por su despido. El ya expresidente de Indra podría percibir una indemnización de hasta 6,1 millones de euros en total, en el caso de que cumpla el pacto de no concurrencia poscontractual por un periodo de un año, que le llevarían a percibir 2,3 millones de euros el año que viene. En caso contrario, la indemnización sería de unos 3,8 millones. Esta cuantía proviene de la indemnización por extinción de contrato, que contempla una retribución de un año de anualidad -parte del cual se abonará con cargo al saldo acumulado a su favor en el Plan de Prejubilación y Ahorro a Largo Plazo (PPALP)-. Las fuentes calculan que por este concepto percibirá 3,1 millones de euros. A esto hay que sumar los 750.000 euros que calculan que le corresponderán por no haberle avisado del despido con 3 meses de antelación. La empresa tiene que retribuirle por estos tres meses.

El ya expresidente de Indra podría percibir una indemnización de hasta 6,1 millones de euros en total, 750.000 euros solo por las prisas de la Sepi de proceder a su despido sin avisarle con tres meses de antelación

Esta misma mañana, Abril-Martorell ha comunicado su cese en la presidencia de Indra a través de una misiva y en la que asegura que éste ha sido su «mayor reto profesional» y que «hubiera deseado completar esta etapa y concluir el apasionante desafío de consolidar» el liderazgo de la compañía y convertirla en uno de los grandes grupos europeos.

Indra alcanzó un beneficio neto en el primer trimestre del año de 22,3 millones de euros, un 255,3 % más que en el mismo periodo del ejercicio pasado, cuando su resultado fue de 6,3 millones, con lo que ha retornado así a niveles previos a la pandemia.

El relevo de Abril-Martorell trascendió el pasado viernes, cuando el «accionista mayoritario» -la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales)- lo propuso, al considerar que se iniciaba una nueva etapa en la compañía, según comunicó entonces Indra a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El pasado lunes se reunió la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo de Indra para analizar este relevo, confirmado por el Consejo de Administración de la compañía este jueves.

Esta misma mañana, Abril-Martorell ha comunicado su cese en la presidencia de Indra a través de una misiva, en la que asegura que éste ha sido su «mayor reto profesional» y que «hubiera deseado completar esta etapa y concluir el apasionante desafío de consolidar» el liderazgo de la compañía y convertirla en uno de los grandes grupos europeos.

Ha pedido «disculpas» por los errores que haya cometido, pero ha asegurado que «todas las decisiones» las ha tomado «creyendo firmemente en que era lo mejor para esta casa».

Ha afirmado que para él ha sido un «orgullo» presidir esta compañía, en la que «queda tarea por delante» y sobre la que está convencido de que los desafíos que la aguarden se superarán con éxito.

El argumento utilizado por el consejo de Indra para despedir a Abril-Martorell ha sido que el «adecuado desempeño de los cometidos» por parte del primer ejecutivo de la compañía «requiere que en todo momento cuente con la plena confianza de su principal accionista» debido a su condición de representante del sector público estatal, que es el principal cliente de la Sociedad y sus decisiones tienen un impacto relevante en su negocio, lo que parece que hasta la fecha no se debía hacer pese a que el mismo consejo asegura que el objetivo principal del grupo tecnológico es que se ejecute el Plan Estratégico 2021-2023 aprobado por unanimidad por el Consejo de Administración el pasado mes de febrero que entonces presidió Fernando Abril-Martorell ahora cesado.

 

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