La Sepi, más presidencialista, más direcciones y más contratados externos

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha aprobado un nuevo organigrama interno para tratar de avanzar en su modernización, eficiencia y transformación digital, así como para consolidar el control de las empresas bajo el paraguas del grupo. En realidad, lo que ha hecho es que muchas direcciones actuales pasen a depender directamente de Presidencia, crear nuevas, y todo eso en un contexto de contratación de asesores externos para que intenten desatascar el Fondo de apoyo a las empresas en crisis. Eso sí, la empresa pública perderá este año 547 millones de euros, que espera reducir a 29 millones de euros en 2022, aunque con la trampa de no incluir a empresas en liquidación, como Defex, Tragsa Brasil y Cytasa; asimismo, como tampoco Olimpic Moll, absorbida por Mercasa.

Según ha detallado el propio hólding público en un comunicado, el nuevo organigrama también refleja la importancia que ha adquirido de la gestión y seguimiento del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, creado tras la irrupción de la pandemia para atender las necesidades de compañías estratégicas azotadas por ella.

«Somos parte esencial, a través de nuestras empresas y también de la gestión del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, del gran desafío de reconstruir nuestro país tras la pandemia», ha señalado en el citado comunicado la presidenta de SEPI, Belén Gualda, quien define este proceso de cambio como un enorme desafío «con el que preparamos a la organización para afrontar los retos presentes y futuros». Eso sí, la Sepi registra un considerable atasco en las peticiones económicas de las empresas, donde la mayoría aún están esperando que se resuelvan sus expediente a la misma velocidad que se hizo con la venezolana Plus Ultra, que fue cuestión de días que obtuviera el dinero público por un importe de 35 millones. Para el resto, los numerosos trabajadores de la Sepi no dan abasto y por eso contrata a asesores externos. El último anuncio de contratación se produjo el pasado 14 de octubre. Cntratará asesores independientes para continuar con el análisis de cinco solicitudes al Fondo de Ayuda a la Solvencia de Empresas Estratégicas cursadas por Vicinay Marine, Imasa Ingeniería y Proyectos, Isastur (Ingeniería y Suministros Asturias), Pacadar y eDreams Odigeo. Los contratados, se desconoce a que precio, serán diez asesores independientes jurídicos y financieros que forman parte de las firmas más prestigiosas del mercado, apuntan desde la Sepi.

Pero eso no es obstáculo para engordar más el organigrama. Así, se ha creado una dirección del citado fondo, a cargo de Julián Mateos y encargada del análisis e instrucción de las solicitudes de apoyo financiero público temporal, así como de la coordinación del seguimiento de las ayudas concedidas.

Su nueva estructura interna mantiene y refuerza el control y la supervisión continua de las empresas participadas, así como los aspectos relacionados con ciberseguridad y apuesta por la innovación.

Entre otros cambios, la dirección del gabinete de presidencia coordinará la gestión de los fondos UE Next Generation y liderará los aspectos relativos a estrategia, relaciones, externas e innovación, con un enfoque transversal que impregne a toda la organización.

La nueva dirección de personas, relaciones laborales y servicios pasa a depender de presidencia y será la encargada de la gestión del talento y de impulsar un cambio cultura que permita simplificar procesos para ser más eficientes, con una clara apuesta por la digitalización.

La dirección económico-financiera también pasa a depender de presidencia, al tiempo que la secretaría del consejo y dirección de asuntos jurídicos deja las competencias en materia de recursos humanos y relaciones laborales y asume la secretaría del consejo gestor del fondo de solvencia y la coordinación del asesoramiento jurídico que éste requiera.

«Soy consciente del compromiso, la dedicación y el buen hacer de los grandes profesionales del sector público empresarial que conforman el Grupo Sepi», apunta la presidenta en una carta remitida a las empresas del grupo, en la que añade que el «talento de estos hombres y mujeres es indispensable para fortalecer las estructuras y servicios públicos y defender el interés general en el marco de la políticas públicas».

La dirección de auditoría interna pasará a serlo también de cumplimiento (Compliance) para elevar ese ámbito al máximo nivel de su estructura, al tiempo que la dirección de seguridad pasa a depender también directamente de presidencia y refuerza la atención prestada a la ciberseguridad.

Gualda se muestra en su escrito «convencida de que estos cambios serán un revulsivo para el necesario proceso de cambio, modernización y transformación tecnológica que el sector público debe afrontar para dar respuesta a los desafíos de nuestro tiempo».