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Un bloque de nueve países, principalmente del centro y el norte de Europa, difunden un documento mostrando su rechazo formal a intervenir en los mercados, como pide España
La UE culpa a España de sus propios problemas con la energía
La Ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez (c), acompañada por la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera (i), y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez (d), durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros. EFE/Javier Lizón

La UE culpa a España de sus propios problemas con la energía

26 octubre, 2021
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Actualizado: 26 octubre, 2021 16:18
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La media docena de países, con Alemania al frente, que no quieren ni hablar de tocar los mercados del gas y la electricidad como propone España, han puesto el foco en la falta de interconexiones de la península ibérica con el resto de la UE.

La víspera del consejo extraordinario de ministros europeos de Energía, celebrado este martes en Luxemburgo para analizar posibles medidas a medio o largo plazo que eviten futuras crisis de precios de la energía, un bloque de nueve países, principalmente del centro y el norte de Europa, difundieron un documento mostrando su rechazo formal a intervenir en los mercados, como pide España.

Firmaron esa declaración Alemania, Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Estonia, Finlandia, Irlanda, Letonia y Países Bajos y al bloque se han sumado Bélgica, Suecia y República Checa y en ella señalaban que no pueden «apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior del gas y la electricidad».

En esa declaración, además de desmarcarse frontalmente del planteamiento de España, que en ciertos puntos y con distintos niveles goza del respaldo de Francia, Portugal, Grecia, Polonia o Rumanía, también afean a España la falta de interconexiones eléctricas.

A medio plazo, una parte central de la solución reside en medidas rentables de eficiencia energética y el despliegue acelerado de fuentes de energía renovables», razonan los firmantes.

Se trata de una línea que ha repetido hoy el ministro luxemburgués de Energía y Planificación Espacial, Claude Turmes, al señalar al llegar al Consejo que «lo más importante es la interconexión».

El luxemburgués dijo que «hay que ayudar también a España y Portugal» y pidió a la Comisión que reaccione en esa materia, en línea con el primer ministro belga, Alexander de Croo, que en el Consejo Europeo de la pasada semana declaró que España es casi una isla energética.

Fuentes europeas dijeron a Efe este martes que efectivamente España tiene margen de maniobra con la mejora de sus interconexiones, así como con el fomento de contratos a largo plazo con los proveedores energéticos, mientras que la comisaria de Energía, Kadri Simson, alejó la posibilidad de una reforma de los mercados.

UNA ISLA ENERGÉTICA

España tiene una capacidad de interconexión eléctrica del 6 % y 6.000 megavatios, muy lejos del objetivo del 15 % que la Comisión ha marcado como meta para cada país en la UE en 2030, con una senda intermedia del 10 % en 2020.

Se sitúa, por tanto, en el grupo de ocho países que no cumplió el hito comunitario para 2020, junto con Irlanda, Francia, Italia, Chipre, Polonia, Portugal y Rumanía.

No obstante, hay en curso un proyecto de interconexión submarina por el golfo de Vizcaya financiado con 578 millones de euros de fondos europeos que elevará el intercambio con Francia de los 2.800 megavatios hasta 5.000 MW y que se espera entre en servicio en 2027.

Hay planificadas también otras dos infraestructuras subterráneas con Francia con el objetivo de alcanzar 8.000 MW, aunque están en fase de diseño y no se espera estén operativas hasta 2030. Una conectaría Aragón con los Pirineos Atlánticos y otra Navarra con las Landas.

A ello se suma otro enlace con Portugal, de menor entidad, un proyecto con tecnología aérea convencional de 400 kV, que conectará Galicia con la región portuguesa de Minho, que se espera entre en servicio en 2022 y que colocaría al país luso con una capacidad de interconexión del 10 %.

Todas esas infraestructuras están catalogadas como Proyectos de Interés Común (PIC) y reciben financiación europea. Pero la Comisión reclama a España, además, que siga desarrollando ese tipo de proyectos con los 144.000 millones de euros de los fondos de recuperación.

Y el Plan de Recuperación Español recoge ese «compromiso (…) sobre la base de una financiación europea adecuado» y recuerda que tanto España como Francia -país al que desde el sector energético español se le achaca desinterés en vigorizar esos enlaces- se comprometieron en marzo de este año a impulsarlas esas redes.

GASODUCTOS

En cuanto al gas, aunque no hay un objetivo europeo de interconexión para ese hidrocarburo, España tiene seis enlaces internacionales: dos con Portugal, uno por Galicia y otro por Extremadura; dos gasoductos que cruzan la frontera con Francia en Irún y Larrau; y dos conexiones con Argelia, una por Almería y otra que pasa a través de Marruecos y conecta con Tarifa (Cádiz).

Existe además un tercer gasoducto en desarrollo con Portugal, financiado parcialmente con fondos comunitarios, mientras que otro gasoducto planeado con Francia a través de Cataluña, el MidCat, se cayó de la lista de Proyectos de Interés Común de la Comisión Europea, que fomentan las infraestructuras energéticas críticas. 

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