¿Por qué la UE salvó a Monte Dei Paschi y no al Popular?

¿Por qué la UE salvó a Monte Dei Paschi y no al Popular?

12 junio, 2017
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Actualizado: 12 junio, 2017 12:44
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Banco Popular, bautizado como el Monte Dei Paschi español, ha tenido un final completamente inesperado, más cuando la actuación de la UE ha sido la de inyectar liquidez a los bancos con problemas.

«Somos solventes y con capital», afirmaba el ex presidente del Popular Emilio Saracho poco antes de la desaparición de la entidad financiera. Se trataba de dar un mensaje de tranquilidad, pero de poco sirvió tras anunciar una ampliación de capital sin concretar ni importe, ni fecha, ni tampoco para qué iba a hacerla. Tras estos anuncios llegaron después desmentidos sobre informaciones publicadas en prensa, pero el valor no dejaba de desplomarse un 34%, hasta situarse en los 1.300 millones de euros, justo en el día de su liquidación. Las acciones, por la noche, ya valían cero.

Pero Popular tiene mucho de Monte dei Paschi y otros dos bancos de Venecia, y viceversa. Estas entidades tienen una gran exposición a activos tóxicos. En el caso del Popular el montante alcanza los 37.000 millones, mientras que el Gobierno de Mariano Rajoy aligeró la carga a las entidades con un rescate en 2012.

Banco Popular, por decisión de su consejo y accionistas, continuó la travesía sin ayudas públicas y en solitario, pero no ha sido capaz de resolver sus problemas ni con las ampliaciones de capital de 3.200 millones en 2014 y de 2.505 millones en 2016. El valor de sus acciones antes de la resolución eran de 1.300 millones, perdiendo por el camino el valor inyectado con las operaciones.

El problema del Popular es muy similar al del Monte dei Paschi di Siena y dos bancos de Venecia. Ninguno de los tres ha encontrado comprador. Por el Popular, Santander aseguró que no presentó oferta alguna, para después llevárselo por el precio simbólico de un euro. Mientras, el Gobierno de Mariano Rajoy, por boca del ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmaba que el Popular era solvente y que el futuro de la entidad financiera pasaba por sus accionistas. Sin embargo, el día después de su quiebra y venta, De Guindos no hizo referencia alguna sobre los legítimos dueños del Popular, que preparan un aluvión de demandas.

Tan solo una semana antes de la quiebra del Popular, el 1 de junio, la UE acordó la reestructuración de Monte dei Paschi, con la inyección de dinero público. Curioso que el mensaje de Bruselas cambie justo cinco días después afirmando que ningún banco recibirá dinero público. Quizá la nacionalidad italiana de Mario Draghi tenga algo que ver en esta decisión. Bruselas llevó a cabo la recapitalización preventiva en la entidad italiana, dejando la bala del «bail in» para el Popular.

De hecho, los expertos apuntan que el peso de Italia en la UE ha pesado mucho en la decisión, más cuando España no tiene ninguna posición relevante en materia económica. En el caso de España, un rescate del Popular sería equivalente al de Bankia, por lo que hubieran sido los contribuyentes quienes pagarían la quiebra.

Asimismo, la banca de España ha tratado de realizar todas las imposiciones impuestas por Bruselas y el BCE, así como por el Gobierno para sanear el sistema. Una diferencia muy notable con Italia, cuyo sistema no ha realizado saneamientos y una medida que destapara las alfombras pondría en jaque al sistema, ya que se verían sus propias vergüenzas. Además de Monte dei Paschi, Unicredit ha tenido que pedir 13.000 millones al mercado, mientras que Intesa Sanpaolo tampoco solventó los test de estrés.

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