Las inversiones fallidas del BBVA en la Bolsa española le cuesta miles de millones de euros

Las inversiones fallidas del BBVA en la Bolsa española le cuesta miles de millones de euros

02 marzo, 2018
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Actualizado: 02 marzo, 2018 20:24
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BBVA pierde en todas las posiciones que ostenta en valores del IBEX 35 y del Mercado Continuo. Su 6,961% en Telefónica le han hecho perder 1.123 millones de euros a cierre de 2017, mientras que con el 14,87% de Tubos Reunidos pierde el 66% de la posición. Además, ostenta el 20% en Metrovacesa.

La entidad financiera presidida por Francisco González, que antes de ocupar la presidencia de BBVA era un experto en Bolsa con su Sociedad de Valores FG, no ha hecho más que perder con estas posiciones en empresas españolas cotizadas.

Con Telefónica ha tenido que reconocer unas pérdidas de 1.123 millones a cierre de 2017. No obstante, la operadora continúa cayendo en 2018. A cierre del pasado año, la operadora tenía un precio de 8,13 euros por acción, mientras que ha cerrado esta semana en los 7,83 euros por título, un 3,6%. Las pérdidas para BBVA han superado las expectativas previstas por la propia entidad, ya que en junio apuntaba unas pérdidas de 880 millones de euros.

La posición en Telefónica se compró en julio de 2006, pero los dos últimos años de la operadora han sido muy malos en Bolsa. En 2016, perdía más de un 13%, mientras que en 2017 se dejó un 7,9%. La posición de BBVA reflejaba así unas pérdidas totales de 1.123 millones de euros y ya no eran latentes, ya que tenía que llevarlas en balance debido a que las minusvalías se estaban registrando desde hace tiempo. En 2006, las provisiones por la caída en Telefónica eran de 400 millones de euros.

Tubos Reunidos, un 66% de pérdidas desde la llegada de BBVA

En Tubos Reunidos, una empresa cotizada en el Continuo, la caída supone otro esfuerzo económico para BBVA, ya que es otro lastre en sus cuentas. Y es que, su participación comprada el 18 de febrero de 2014 se ha desplomado en un 66% en los últimos cuatro años, al pasar de un precio cercano a los dos euros por acción a tan solo 0,59 euros. La capitalización actual de la compañía es de 103 millones de euros, mientras que hace cuatro años era de 331 millones.

La compañía registra pérdidas en 2017 y 2016, un acumulado de 82,6 millones de euros. En este 2017, los números rojos se han reducido hasta los 32,4 millones de euros, frente a los 50,2 millones registrados el pasado año. Tubos Reunidos acometerá una reestructuración en su filial Productos Tubulares, situada en Trápaga (Bizkaia), que emplea a más de 400 trabajadores. Según ha indicado recientemente la compañía a la CNMV, el resultado de 2017 se debe al aumento de los gastos financieros, incluidos los costes de la reordenación financiera realizada en 2017 y por el peor resultado proveniente de diferencias de cambio.

De cara a 2018, espera confirmar las buenas perspectivas de crecimiento en Norteamérica, mientras que la recuperación en otros mercados y productos se estima moderada y con elevada concurrencia competitiva. No obstante, no esperaba la anunciada medida de Trump que ha puesto contra las cuerdas al sector. Este viernes se desplomaba más de un 3%, hasta los 0,59 euros por acción.

Metrovacesa cae, pero solo lleva un mes cotizando

Por último, BBVA ostenta el 20,849% de Metrovacesa. Desde su salida a Bolsa ha perdido un 6,25%, desde los 16 euros a los 15. No obstante, habrá que esperar para conocer su evolución ya que se eligió justo el día en el que se iniciaron fuertes caídas en Wall Street, la aventura bajista del mayor fondo bajista del mundo, Bridgewater, gobernado por Ray Dalio, y las nuevas turbulencias en los mercados financieros.

FG, un banquero experto en Bolsa, antes de su llegada a Argentaria

Es cuanto menos sorprendente que un banquero de la talla de FG, como se le conoce en el sector al presidente de BBVA, registre estas fallidas inversiones, más cuando antes de desembarcar en la entidad vendió FG Valores y Bolsa a Merril Lynch. Corría entonces febrero de 1996. Era una de las primeras firmas de Bolsa no bancarias de España y la transacción se realizó por 3.700 millones de pesetas, unos 29,7 millones de dólares en aquel tiempo. La sociedad de Francisco González redujo su patrimonio neto a 1.300 millones de pesetas, con un capital de 7.300 millones y sus reservas a 1. 118 millones.

No obstante, pocos meses después, Merrill Lynch denunciaba ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, que la sociedad de FG presentaba un agujero contable de 800 millones, al tiempo que se aportaron pruebas de «esquema de ocultación del descubierto», según publicó entonces la prensa. Para entonces, Francisco González ya era presidente de Argentaria, tras ser nombrado por el Gobierno del PP. Tan solo tres meses después de la denuncia, el abogado de Francisco González en la denuncia del banco estadounidense, Juan Fernández Armesto fue nombrado presidente de la CNMV por el Ejecutivo de José María Aznar. La denuncia desapareció de los archivos de la CNMV y los originales no estaban en la caja fuerte que debía custodiarlos.

La CNMV archivó la denuncia contra las presuntas malas prácticas de la sociedad de FG

Merril Lynch aportó sus copias selladas por la CNMV para probar que sí hubo denuncia en el 96. Corría entonces 2006, 10 años después de las sospechas del banco. La entidad financiera extranjera dio a conocer, aportando dos documentos, que hizo los respectivos trámites ante el regulador de la Bolsa. Primero entregó una misiva con sello de la CNMV, donde se mencionaba la denuncia anterior. «Como continuación a nuestra carta del 25 de julio», apuntaba la entidad estadounidense.

En esa primera carta, señalaba que había recibido «información de un empleado de FG Valores sobre irregularidades contables en dicha compañía». Según los rumores entonces, el ex empleado era el ex ministro de Industria, Miguel Sebastián, ex empleado de BBVA; mientras que otros apuntan al ex ministro de Economía con José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Solbes. Merril Lynch aportó entonces un recibí manuscrito de un funcionario de la CNMV para dar entrada a los documentos.

Sin embargo, ambos desaparecieron de las cajas fuertes del que en teoría es el guardián de los mercados. Sorprendentemente tampoco había constancia de los registros informáticos de entrada de la CNMV. Todo apuntaba a un delito de presunta prevaricación, pero casualidades, el delito, en caso de haber existido, habría prescrito, por lo que se archivó toda la denuncia. Todo ello ocurría en plena guerra de Sacyr para hacerse con la presidencia de BBVA.

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