Las ventas de Grifols suben el 23% y el beneficio el 10,4%
La multinacional de hemoderivados Grifols ganó en 2022 un total de 208 millones de euros, un 10,4 % más que el año anterior, impulsada por un crecimiento del 23 % de las ventas tras aumentar los volúmenes de plasma un 25 %.
La biofarmacéutica española eleva las ventas hasta los 6.064 millones de euros, gracias al buen comportamiento de Biopharma, que aporta 5.005 millones, lo que supone un 31 % en términos reportados, además de contribuir la demanda, los precios, el mix de productos y Biotest.
La compañía ha reducido su ratio de apalancamiento hasta 7,1 veces y su posición de liquidez asciende a 1.600 millones de euros, y su deuda financiera neta se sitúa en 9.191,3 millones (excluyendo el impacto de la NIF 16), según ha informado este martes en un comunicado.
El ebitda (beneficio operativo) reportado mejora hasta 1.198 millones y el margen se sitúa en el 21 % sobre ingresos. Si se tiene en cuenta Biotest, este indicador sube hasta los 1.221 millones.
De esta manera, la firma, que hace pocos meses aprobó un plan de ahorro que incluye 2.300 despidos, la mayor parte en Estados Unidos, se empieza a recuperar del golpe para su actividad que supuso en 2021 la covid.
En 2021, el impacto del coronavirus llevó a retroceder un 70,4 % su beneficio neto tras recortar sustancialmente su capacidad de abastecimiento de plasma, que es la materia prima necesaria para producir sus medicamentos.
Para este 2023, la firma biofarmacéutica espera que sus ingresos crezcan entre el 8 y el 10 % y una «significativa expansión» del margen de ebitda (beneficio operativo) hasta el 27-28 %, excluyendo Biotest.
Los consejeros delegados Víctor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura han destacado que la compañía ha cerrado 2022 «cumpliendo sus compromisos» y tomando «medidas difíciles pero necesarias para fortalecer aún más la organización».
El plan de control de costes en el que la compañía está inmersa supondrá un ahorro en efectivo de 400 millones de euros anualizados, mientras que prevé el cierre o la consolidación de centros de plasma con «bajo rendimiento» en el primer semestre de 2023, al igual que ya ha hecho en el último trimestre de 2022.
La multinacional ha apuntado que está centrada en la expansión de márgenes y en alcanzar los volúmenes de plasma previstos para 2023, «reduciendo el coste por litro hasta niveles más sostenibles».
La caída de la compensación al donante cayó en un 20 % en el cuarto trimestre de 2022 frente a su máximo de julio y el plan de mejoras operativas anunciado por la compañía se ha marcado precisamente como objetivo seguir reduciendo estos costes.