‘Levantar la persiana’ de una pyme cuesta casi un 25% más que hace un año

Los costes de las pequeñas y medianas empresas aumentaron en el segundo trimestre del año un 24,4 %, debido sobre todo al encarecimiento de la electricidad, mientras que las ventas se moderaron al crecer un 14,5 % frente al 19,8 % del primer trimestre (5,3 puntos porcentuales menos).

De acuerdo con el informe «Indicador CEPYME sobre la situación de la pyme», elaborado por la patronal de la pequeña y mediana empresa, presidida por Gerardo Cuerva, en dicho periodo se alcanzó «un máximo histórico de empleo», con 8,85 millones de asalariados (un incremento del 6,5 % con relación al segundo trimestre de 2021), mientras que los costes laborales siguieron al alza (6,2 % interanual).

También creció en el segundo trimestre del año el número de empresas, hasta alcanzar 1,33 millones, un dato que indica que se ha recuperado el parque empresarial que había a finales de 2019 pero que continúa lejos de los 1,5 millones de 2007.

El informe señala que «todos los costes crecen por encima de lo que podría considerarse normal» y, por ejemplo, el de suministros ha tenido un incremento interanual del 51,7 %, y el precio de la energía se ha duplicado en un año.

Los tipos de interés «registraron pocos cambios» y se situaron en el entorno del 1,6 %, ya que «los mayores repuntes de los tipos se han producido en verano».

Sobre los nuevos créditos concedidos a las pymes, se acercaron a los 44.000 millones de euros (sin incluir líneas de crédito ni descubiertos), un 5,7 % más que un año antes y un volumen similar al de prepandemia, y el número de concursos de acreedores continuó en descenso, aunque detallan que esto fue debido a la moratoria de los concursos necesarios que rigió hasta el pasado 30 de junio.

En términos interanuales, se confirma el incremento del periodo medio de pago (84,8 días frente a 81,6 de un año antes) y también un «destacado aumento» de la morosidad entre empresas por «el uso mucho mayor del crédito comercial como una forma de financiación rápida y barata».

Así, teniendo en cuenta todos estos datos, el indicador CEPYME alcanzó un valor de 5,7 puntos (sobre 10), su mayor puntuación en dos años, aunque, según explica el estudio, el dato «está distorsionado principalmente por la inflación», ya que el aumento de las ventas se explica en gran medida por el incremento de los precios.

De hecho, si se excluye el grupo de actividad, en el que se incluyen las ventas, el indicador baja hasta 4,9 puntos, «inferior a los 5,7 puntos de un año antes y el más bajo desde 2013», con una «brecha inédita» entre las puntuaciones de las pequeñas empresas y las medianas.

Cepyme reclama la puesta en marcha de un plan integral de apoyo a la empresa que ayude a aliviar los altos costes que afrontan las pymes, que apoye a las empresas en su proceso de desapalancamiento y que apueste de forma decidida por el crecimiento empresarial.

También, que en las negociaciones del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) «se tenga en cuenta el fuerte aumento de los costes que están sufriendo las empresas de tamaño más reducido, dejándoles en muchos casos en una situación de pérdida de competitividad».

Respecto a las medidas fiscales anunciadas por el Gobierno, reconoce que «suponen una reacción respecto a los ciudadanos con rentas bajas afectados por la inflación», pero cree que «no considera la difícil situación que atraviesan las pymes españolas» y que daña la «percepción de país estable para la inversión y las empresas».