Liberbank: «No nos apetece cerrar ninguna sucursal, nos las cierran los clientes»

Liberbank: «No nos apetece cerrar ninguna sucursal, nos las cierran los clientes»

14 septiembre, 2017
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Actualizado: 14 septiembre, 2017 14:02
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«No nos apetece cerrar ninguna sucursal, nos las cierran los clientes», ha asegurado el presidente de Liberbank, Pedro Rivero, quien ha afirmado que si los nuevos clientes prefieren la comunicación virtual, «tendremos que hacerlo por ahí».

El presidente de Liberbank, entidad que se enfrenta ahora a otro juicio por el último ERE, ha destacado que «si los -clientes- que tenemos ahora prefieren ir a la sucursal, tendremos que hacer esa combinación de transición para atenderlos a todos».

En este momento, la banca está apostando por la digitalización de toda la red para ahorrar los máximos costes posibles, un cambio que ha dejado mermada la red de oficinas durante la crisis, con el cierre de 48.000 sucursales en toda la UE.

Para ello, según Rivero, se está buscando una transición en la que se combine los dos tipos de clientes que existen: los que quieren seguir yendo a las sucursales y los que no pero sí desean estar informados de los productos que les puede ofrecer la banca. El problema de todo esto, ha planteado, es el cómo utilizar la digitalización para acercar al cliente y «quitar eso de la cabeza de que los bancos están cerrando sucursales«.

Por otro lado, Rivero ha señalado sobre el señalamiento del juicio por el último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la Audiencia Nacional, que los sindicatos que lo han impugnado «están en su derecho», pero ha recordado que fue «negociado y aceptado y de carácter voluntario».

Rivero, que ha participado hoy en Cáceres en la clausura de un curso de banca comercial para jóvenes desempleados, ha aclarado a los periodistas sobre el juicio programado para el próximo 21 de noviembre, que el personal que «no quiera acogerse al mismo, no lo hará».

El presidente de Liberbank ha manifestado que «todo el mundo tiene derecho a impugnar el ERE», pero lo fundamental es que es voluntario y que «al que no le parezca bien, tiene derecho a decir que no».

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