Los airbags defectuosos llaman a revisión a 2 millones de coches de Audi, BMW, Mercedes y VW
Audi y Volkswagen, pretenecientes al grupo VAG, el primer fabricante alemán de automóviles y BMW, el tercer han anunciado anunció hoy que llamará a revisión 850.000 y 840.000 vehículos, respectivamente en Estados Unidos para reparar los airbag defectuosos instalados por Takata en millones de vehículos de las principales marcas de automóviles.
En conreto, Volkswagen va a llamar a revisión en EEUU 680.000 vehículos y la marca de gama alta Audi, 170.000 vehículos por posibles problemas con los airbag de la compañía japonesa Takata.
Audi informó hoy de que revisará modelos fabricados entre 2005 y 2014, después de que las autoridades estadounidenses le alertaran de que algunos airbag de Takata pueden ser defectuosos.
Un portavoz de Volkswagen informó de que los modelos afectados por la llamada a revisión son el Passat, el Eos, el Golf y el Jetta en su versión combi, fabricados entre 2006 y 2014.
Se trata de una medida preventiva porque Volkswagen no ha tenido hasta ahora ninguna queja, añadió la fuente.
El Grupo Daimler, cuya marca comercial más conocida es Mercedes-Benz, también ha tomado la misma decisión y va a revisar en EEUU 840.000 vehículos para comprobar los airbag que montan del fabricante Takata, que pueden ser defectuosos.
Asimismo el fabricante nipón de automóviles Honda Motor hará los mismo en Japón con 440.000 vehículos.
Por su parte BMW se suma así a los anuncios realizados en las últimas horas por el Grupo Volkswagen y Daimler. En total, los tres fabricantes alemanes llamarán a revisión en Estados Unidos más de 2 millones de vehículos por el problema de los airbag defectuosos de Takata.
Con anterioridad, Takata había reconocido la instalación de los airbag defectuosos en 28 millones de vehículos en todo el mundo, de los que 24 millones fueron vendidos en Estados Unidos.
Los airbag fueron producidos por Takata con un inflador que puede romperse en el momento de activarse la bolsa de aire, lo que en varios casos ha provocado la expulsión de fragmentos metálicos que causaron graves lesiones e incluso la muerte a los ocupantes del vehículo afectado.