Los hosteleros cántabros denuncian a Revilla por comer y fumar un puro dentro de un local mientras lo prohíbe en la comunidad
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Cantabria ha presentado una denuncia contra el presidente del Gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, ante la Consejería de Sanidad por comer y fumar un puro en el interior de un restaurante, y ha pedido su dimisión por incumplir las normas impuestas al sector.
El presidente de la asociación, Ángel Cuevas, ha anunciado la presentación de esta denuncia tras la difusión, este jueves, de un vídeo en las redes sociales en el que dos hombres increpan a Revilla y le recriminan haber comido y fumado dentro de un restaurante de Santander mientras le graban con sus móviles.
Revilla respondió con un vídeo en sus redes sociales del espacio donde tuvo lugar la comida y un mensaje en el que afirmaba que no era un interior, sino un lugar «abierto y ventilado», pero, según Cuevas, ese espacio incumple las normas sanitarias para las terrazas, que tienen que ser lugares no cubiertos y si lo están, deben contar con un máximo de dos paredes.
«El mensaje es claro señor Revilla, váyase a su casa», ha dicho Cuevas, que ha comparecido en rueda de prensa acompañado por toda la junta directiva de la asociación y junto al vicepresidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Emérito Astuy.
Cuevas ha afirmado que «hay que tener muy poca vergüenza» para pedir medidas a los ciudadanos» y ser el «primero que se las salta», mientras «miles de familias» del sector de la hostelería «se están muriendo de hambre o teniendo que cerrar sus negocios» debido a las restricciones.
Según ha explicado el responsable del servicio jurídico de la asociación, Jesús Vélez, en la denuncia se da traslado a Sanidad de las dos supuestas infracciones, comer y fumar en un lugar no permitido, y «luego mentir negándolo».
El presidente de la asociación ha señalado que se ha puesto en contacto «por deferencia» con la responsable del restaurante, que ya no es socia y no pertenece a la junta directiva desde hace año y medio, ha apuntado, para informarle sobre la denuncia.
«Lo que nosotros realmente queremos es que el presidente dimita», ha subrayado Cuevas, quien ha defendido que el sector no ha pedido la renuncia del presidente en catorce meses de pandemia, y lo hace ahora tras una decisión «bien sopesada» y por unos hechos que considera «muy graves».
«Nosotros hemos hecho 41 manifestaciones completamente legales porque estamos descontentos pero hemos sido supercorrectos siempre», ha destacado, cuando se le ha preguntado por la situación de acoso que ha denunciado el presidente.
Según Cuevas, desde que empezaron a difundirse los vídeos de la comida del presidente a la junta directiva de la asociación «le está ardiendo el teléfono porque la gente está muy enfadada y lo que quiere es que quienes hacen las leyes al menos den ejemplo».
Revilla, sin defensa posible, culpa a la extrema derecha y no da explicaciones
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha afirmado que la extrema derecha está «alentando» los escraches de los que está siendo objeto en los últimos días.
En una entrevista en Radio Euskadi, Revilla ha señalado que no culpa a los hosteleros de esas actuaciones pero ha indicado que un grupo «alentado políticamente por algún partido de ideología de extrema derecha» le lleva sometiendo a «quince días terribles».
«Incluso me han boicoteado los dos días de la vacuna -ha lamentado-. Hace falta tener valor para que una persona que va a vacunarse con cierta edad, atemorizado por las consecuencias que pueda tener la vacuna, se encuentre con 15-20 personas gritando ‘Ayuso sí, Revilla no’ y metiéndote los dedos en la cara».
El presidente de Cantabria, que ha denunciado que hasta han perseguido e insultado a su hija pequeña, se ha referido al incidente ocurrido este jueves cuando unas personas le recriminaron haber comido dentro de un restaurante en Santander.
Refiriéndose a las restricciones aplicadas a la hostelería ha afirmado que «si hubiera tomado la línea de Madrid no tendría este problema en la calle», pero «¿cuántos más estarían muertos en la región?», se ha preguntado. En porcentaje, no muchos más que en Cantabria con sus severas restricciones.