Los planes de Podemos provocan un ‘Viernes Negro’ en la banca
La intención de Podemos, que negocia con el PSOE formar gobierno, de instaurar un nuevo impuesto a la banca por un importe de 5.000 millones de euros anuales -40.000 millones en ocho años-, ha noqueado hoy a la banca en la Bolsa. Y es que se impuesto equivale, por ejemplo, al 44% del beneficio que los seis grandes -Santander, BBVA, Caixabank, Popular, Bankia y Sabadell- que obtuvieron en el año 2015 (11.275 millones). Con este escenario, las ventas, tanto de los inversores extranejeros como nacionales, han sido masivas en el sector bancario. El más castigado, con un 4,13%, ha sido Bankia, un banco al Podemos pretende nacionalizar y que el merrcado teme que lo hará tirando por lo bajo, es decir, a precios muy baratos, al estilo de como lo hacen los régimenes bolivarianos cuando expropian empresas, bancos o casas. Pero el gran banco de la Bolsa, el Santander, no ha sido ajeno a esa situación y ha perdido el 3,18%. BBVA, el segudno por tamaño, se ha dejado el 2,07%, mientras Caixabank, el primer banco español por número de clientes, ha perdido el 2,77%. El Poular ha cedido el 3,59%, mientras Liberbank ha bajado el 2,60%. Bankinter y Sabadell, los que mejor han aguantado, han retrocedido el 1,83% y el 0,86%, respectivamente.
Los más gracioso de este caso es que estos bancos, excepto Bankia, que irónicamente queda exenta del impuesto solidario porque va a ser nacionalizada, según propone Podemos, han recibido ayudas del rescate bancario. Las únicas entidades que han necesitado del rescate han sido presicisamente las que están consideradas de capital público, las cajas de ahorro dirigidas por políticos. Las más gravosas para el contribuyente han sido Bankia (PP), CaixaCatalunya (PSOE) u otras como Caja Castilla-La Mancha (PSOE), la primera en caer en esta crisis.
Pero a Podemos la verdad del rescate bancario y que la quiebra la provocó el sector financiero público le da igual. El secretario general del equipo económico de Podemos, Nacho Álvarez, ha explicado que al ser Bankia un banco público los efectos de pago del rescate a través de un impuesto de solidaridad no tendrían efecto, puesto que entrarían en el erario público. Bankia ha sido la entidad que más dinero público ha recibido.
En rueda de prensa, informa Efecom, ha afirmado que es necesario reabrir el Memorándum de Entendimiento firmado con Bruselas y que incluye el pago del rescate financiero en un plazo de 10 años para que sean las entidades financieras las que abonen este importe, aunque no hayan necesitado dinero de ese rescate.
En este sentido, ha indicado que el impuesto de solidaridad que incluyen en su programa económico contempla que todas las entidades bancarias, excepto Bankia, que sería nacionalizada, paguen un impuesto nuevo sobre sus beneficios, con el que se recaudarían 5.000 millones de euros anuales, 20.000 millones de euros en cuatro años, y 40.000 millones en ocho años.
De esta forma se cubriría el coste de la devolución de esta deuda pública a un ritmo adecuado.
Según Álvarez, el impuesto debería ser para todo el sector financiero, ya que aunque algunas entidades no han sido rescatadas, sí se han beneficiado de bonos convertibles, ayudas de créditos fiscales o de la compra de otras entidades debido a la reforma bancaria. Muchas de entidades hubieran acabado en la quiebra si no hubieran sido compradas por la banca saneada.
Sobre este aspecto de la reestructuración de la deuda pública y también privada, el partido que preside Pablo Iglesias ve más diferencias de encuentro con el PSOE, aunque reconoce que en todas las negociaciones siempre hay que ceder.
Así, aunque no ha puesto «líneas rojas» en ninguna negociación con los socialistas, el equipo económico de Podemos ha reiterado que hay principios básicos como la derogación de la reforma laboral, una reforma fiscal más progresiva, una renta garantizada o un rescate al ciudadano, a los que no van a renunciar.
Sobre la reestructuración de la deuda privada, en especial la de las hipotecas de muchos ciudadanos con rentas muy bajas, Álvarez ha insistido en que hay que liberar la carga y acometer una dación en pago de forma retroactiva.
Para ello, ha explicado que habría que hacer una reducción de los valores de las hipotecas y de los activos inmobiliarios y tener en cuenta sólo los hogares con rentas inferiores 3 veces al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), con el fin de reducir el impacto que tendría la dación en los balances bancarios.