Los SEAT León e Ibiza, los modelos más robados en España en 2017

Los modelos de SEAT León e Ibiza fueron los modelos más sustraídos, según un estudio realizado por la empresa de seguridad Techco Security.

Para este análisis la compañía ha tenido en cuenta las 382 alertas por robo de coches que llegaron a su Centro de Operaciones Remotas.

El SEAT León acaparó un 19 % de todas ellas, el Ibiza un 15 % y el Volkswagen Golf un 7 % de los avisos, según ha explicado la fuente.

La lista de los diez modelos más robados en España en 2017 la completaron el Citroën C4 (7 % de las alertas), Audi A3 (6,2 %), Opel Insignia (4,9 %), BMW 120 (4,4 %), Ford Focus (3,9 %), BMW 320 (3,4 %) y Mercedes-Benz CLA 117 (3,1 %).

«En los países de Europa del Estes e valora especialmente su diseño»

Estos datos reflejan para la empresa que los vehículos de gama media fueron los más sustraídos en España en 2017, lo que el coordinador general del Centro de Operaciones Remotas de Techco Security, Rafael Ruiz, achaca al «perfil de conductor de este tipo de vehículo y a la gran demanda de estos modelos en los países de Europa del Este, dónde se valora especialmente su diseño».

Por otro lado, las provincias en las que más se repitió este delito fueron, según Techco Security, Madrid (34 %), Barcelona y Sevilla (8 %) y Málaga (7 %). En cuanto al lugar en el que se cometieron las sustracciones, el 90 % se llevaron a cabo en aparcamientos públicos y en la propia calle; un 7 % al repostar combustible y estacionar el vehículo para hacer gestiones cotidianas.

Otro 3% de los robos se cometieron mediante el uso de la fuerza o la intimidación. El destino de estos automóviles «varía en función del tipo de vehículo», según Techco Security. Así los sustraídos en España «suelen acabar en Europa del Este y en el norte de África».

Dos métodos para abrir las puertas

Los delincuentes utilizan principalmente dos métodos para abrir la puerta de los coches: un capturador o escáner de radiofrecuencia, con el logran hacerse con el código de desbloqueo de la llave del vehículo; o un rompebombines.

Para arrancar el vehículo, los ladrones suelen decantarse por la utilización de una máquina que permite -a través de la toma OBD del coche- programar una nueva llave sin codificar, o piratear la centralita.

Para completar el robo, suelen emplear un inhibidor de señal GSM (sistema global para las comunicaciones móviles) con el que se impide que el vehículo se comunique con la central de alarmas para indicar su posición exacta.