Las nuevas firmas financieras ponen en peligro a la banca tradicional
El auge de las empresas emergentes de carácter financiero (fintech) ha tenido su efecto sobre la cuenta de resultados de la banca tradicional, sobretodo en aquella que su negocio se basa en «una relación mayor con los clientes», según un informe remitido hoy por la auditora PWC.
La presión que ejercen estos nuevos competidores sobre el sector financiero tradicional ya ha sido asumida por el 55 % de los directivos, que ven a estas compañías como «un riesgo» para el negocio.
En este sentido, el informe destaca la necesidad de desarrollar un modelo centrado en el cliente, ya que esta vía sería la única para que las entidades financieras mantengan su competitividad en los próximos cinco años.
En este sentido, el informe asegura que algunas empresas emergentes como TransferWise, Nutmeg y Funding Circle «están fragmentando el mercado progresivamente, descomponiendo los productos financieros y creando una oferta de servicios más ágil», lo que aumenta la «batalla» entre las empresas Fintech y los bancos tradicionales.
A diferencia del sector bancario, las compañías de Fintech se especializan en tan solo uno o dos aspectos de los servicios financieros, por lo que los operadores «se mantienen ágiles y reactivos ante los clientes», diseñando su oferta según las necesidades especificas de los consumidores.
Por otro lado, según un comunicado remitido hoy por la plataforma Mooverang, el sector Fintech se encuentra en un momento de crecimiento «imparable» y cada vez aparecen nuevos escenarios para este tipo de empresas emergentes.
En esta línea, el sector seguros es uno de los nuevos nichos del mercado en el que aparecerán nuevas compañías emergentes que se especializarán en la comercialización de este sector.
A su vez, también aparecerán nuevas firmas que aprovecharán la innovación tecnológica para ayudar a la banca y a las instituciones financieras a adaptarse a la regulación vigente.
El 2016 será también el año de los «Neo bancos», es decir, entidades que comienzan desde cero y están totalmente orientadas al uso a través del móvil, en las que el usuario únicamente cuenta con una tarjeta de crédito y una cuenta bancaria.
Es decir, se trata de ofrecer al cliente «soluciones rápidas, baratas, eficientes, flexibles», con un grado avanzado de personalización de sus preferencias.
Al igual que en 2015, esta año aumentará la demanda de la financiación participativa y alternativa, y más en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que elegirán cada vez más esta vía para conseguir liquidez.
Finalmente, otro de los grandes avances para 2016 será el pago a través del móvil mediante aplicaciones dirigidas únicamente a esta acción, que, según la plataforma Mooveran, favorecerán a que «las tarjetas de crédito desaparezcan a largo plazo», ya que la tecnología permite hacer transacciones «de manera fácil y segura desde el móvil».