Nuevo vuelco en el ‘dieselgate’ de Volkswagen: El supremo alemán da la razón a un cliente
El Tribunal Supremo alemán emitió este lunes una sentencia que supone un viraje en el caso del escándalo de Volkswagen (VW) por la manipulación de emisiones contaminantes al reconocer el derecho a indemnización de un comprador afectado, lo que podría influir en los casos todavía pendientes en Alemania.
El tribunal dictaminó que el comprador de un vehículo equipado con un dispositivo de desconexión ilegal «puede exigir el reembolso del precio de compra abonado», pero debe descontar «la ventaja de uso obtenida», es decir, los kilómetros recorridos, así como poner el coche a disposición del fabricante.
El demandante asumió una «obligación contractual involuntaria» basada en un «engaño intencional equivalente a un comportamiento inaceptable» en el que radica el «perjuicio» del comprador, que obtuvo un vehículo «no plenamente utilizable según su propósito», señala el comunicado del Tribunal Supremo.
La denuncia la interpuso el propietario de un VW Sharan 2.0 TDI match, con motor diésel de dos litros del tipo EA189 y norma Euro 5, adquirido de segunda mano con 20.000 kilómetros en enero de 2014, que exigía al fabricante la devolución integral del precio inicial del vehículo, 31.490 euros, por un «daño moral deliberado».
Volkswagen, por su parte, argumentó que el vehículo pudo ser empleado en todo momento por su propietario, por lo que no corresponde pagar indemnización alguna, y que además en febrero de 2017 se realizó gratuitamente la actualización del software del coche con el que, según el fabricante, se subsanó cualquier posible daño.
El caso pasó primero en octubre de 2018 por la Audiencia de Bad Kreuznach, que rechazó la demanda; y luego por la Audiencia de Coblenza, en junio de 2019, que decidió que Volkswagen indemnizase con 25.616,10 euros con intereses al propietario, una sentencia que ambas partes recurrieron.
El recurso del acusado -el fabricante-, que buscaba que se desestimara la demanda, «mayoritariamente no tuvo éxito» y sólo prosperó mínimamente en algunos puntos secundarios, indica el comunicado del Tribunal Supremo.
En tanto, la revisión del demandante, que reclamaba el reembolso total del precio de venta por valor de 31.490 euros y sus correspondientes intereses, sin descuento del uso dado al vehículo, a cambio de la entrega del mismo, «no tuvo éxito», precisa.
Aunque se trata de una querella individual, la sentencia sienta precedente al haber sido dictada por el alto tribunal alemán y al reconocer el derecho de indemnización a los compradores.
Se estima que la sentencia, a pesar de referirse a un caso concreto, servirá de referencia a instancias inferiores, lo que podría tener un impacto en las más de 60.000 denuncias individuales pendientes.
Volkswagen llegó hace unos meses a un acuerdo con 235.000 clientes -representados por la Asociación de Centrales de Consumidores- para indemnizarlos extrajudicialmente por un montante total de 750 millones de euros, concretamente entre 1.350 euros y 6.250 euros según el modelo.
En un comunicado, el bufete de abogados Von Rueden, que en Alemania representa a 12.000 clientes afectados por la manipulación de gases contaminantes, celebró la sentencia del Supremo «favorable al consumidor» y recordó que «Volkswagen lleva tiempo intentando evitar esta decisión con acuerdos extrajudiciales».
«Los consumidores que hasta el momento no se habían decidido a presentar una demanda, pueden hacer valer ahora también sus derechos sobre la base de esa sentencia del Tribunal Supremo», subrayó el abogado Johannes von Rüden.
Por su parte, el abogado Ralph Sauer, de Dr. Stoll & Sauer, -uno de los bufetes que representó a la Asociación de Centrales de Consumidores en la macrodemanda que acabó en acuerdo extrajudicial- dijo que espera una segunda oleada de demandas a partir de esta sentencia favorable del Supremo, que calificó de «gran triunfo para los consumidores».
«El ‘Dieselgate’ no ha hecho más que comenzar», dijo también en relación a los juicios pendientes ante el Tribunal de Justicia Europeo, y agregó que el escándalo le puede salir ahora muy caro a VW.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, evitó comentar la sentencia y se limitó a subrayar una vez más que «es un hecho que el sector automovilístico es de gran relevancia para la economía alemana» y que escándalo de la manipulación de gases contaminantes «afectó gravemente su credibilidad».