Panamá apela a la ‘conciencia’ de FCC para que termine un hospital contra la COVID-19

Panamá apela a la ‘conciencia’ de FCC para que termine un hospital contra la COVID-19

21 septiembre, 2020
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Actualizado: 22 septiembre, 2020 0:52
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as autoridades de Panamá invocaron este lunes a la buena «conciencia» de la constructora española FCC controlada por el magnate mexicano Carlos Slim, para que habilite, con el fin de poder tratar a enfermos de la COVID-19- al menos una parte del complejo hospitalario Ciudad de la Salud, millonaria obra paralizada por un conflicto entre el país centroamericano y la multinacional que se adjudicó su construcción en una licitación.

«Hago un llamamiento de «conciencia» a los directivos de FCC, Panamá necesita la Ciudad de la Salud, le solicitamos a ellos (…) que puedan ceder en marco de esa negociación (…) para hacer 84 camas y así exista la posibilidad de atender a pacientes de esta pandemia, mientras esto se discute jurídicamente», dijo la diputada Kayra Harding, presidenta de la Comisión de Infraestructuras Públicas y Asuntos del Canal del Parlamento panameño.

La Ciudad de la Salud o Ciudad Hospitalaria es una obra de más de 554 millones de dólares que fue licitada en el Gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014) para ser entregado en julio de 2015, pero una serie de irregularidades detectadas en el proyecto durante la Administración de Juan Carlos Varela (2014-2019) retrasaron su construcción.

Se espera que la obra, un conjunto de edificios diseñados originalmente para albergar 43 quirófanos, 1.235 camas y consultorios para diversas especialidades médicas, esté lista a finales de este año o inicios de 2022.

Durante un recorrido por la obra, Harding explicó que las autoridades de Panamá pidieron con anterioridad a FCC «en marco de una negociación» concluir «ese espacio físico de 84 camas para pacientes COVID en un tiempo entre 30 y 45 días», pero que «lamentable no se ha dado».

A inicios de agosto, la Caja del Seguro Social (CSS) solicitó al contratista FCC que les presentara un proyecto para la habilitación de tres salas en esta instalación a utilizar ante la apertura de actividades en el país, que habían sido paralizadas por la pandemia de la COVID-19.

Sin embargo, FCC exigió un pago de 125 millones de dólares a través de Tribunal de Arbitraje Internacional, una cantidad que Panamá rechazó.

Ese mismo mes, la constructora, cuyo mayor accionista es el magnate mexicano Carlos Slim, pidió al CSS cancelar unilateralmente el contrato de la obra, pero Panamá lo decidió extinguir por «resolución administrativa».

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