El plan de viabilidad de Abengoa prevé la mitad de ebitda y un tercio de deuda
El plan de viabilidad elaborado por Abengoa y que actualmente ultima junto a la asesora de la banca acreedora KPMG dibuja una empresa más reducida, con la mitad de resultado bruto de explotación (ebitda) y un tercio de deuda.
Según han indicado a Efe fuentes cercanas a las negociaciones, el resultado bruto de explotación o ebitda del grupo tras la puesta en marcha del plan -que todavía está en fase de negociación- será de aproximadamente la mitad del registrado en 2014, cuando ascendió a unos 1.400 millones de euros.
El borrador de plan también retoma el objetivo de desinversiones marcado el pasado año, antes del preconcurso, de alrededor de 1.500 millones de euros, que se centrarían en activos no estratégicos.
La compañía ya ha puesto a la venta parte de su negocio de bioenería -concretamente la división de producción de bioetanol a partir de grano-, así como diversos terrenos, edificios y plantas de generación.
El plan de viabilidad ha pasado por analizar y clasificar uno a uno todos los proyectos de la compañía, en función de su generación de ingresos y rentabilidad, y ver hasta dónde y qué cosas conviene vender de cara a una reestructuración que evite el concurso.
Ese plan también contempla acabar con algunos proyectos que sólo lastran a la compañía, aunque tiene como «línea roja» mantener la tecnología, la investigación y la innovación de la firma, claves para generar rentabilidades elevadas y añadir valor al negocio.
Este borrador se ajustará en los próximos días, durante las conversaciones con KPMG, con el objetivo de llevarlo al consejo de administración de Abengoa que se celebrará el lunes 25 de enero, cuando previsiblemente será aprobado.
Una vez superado ese hito comenzarán las conversaciones para la renegociaciación de la deuda, que tendrán que conducir a un acuerdo antes del 28 de marzo para evitar la que sería la mayor insolvencia de la historia de España.
Los términos de esta renegociación contemplan, de acuerdo a las propuestas iniciales, una reducción de la deuda, que actualmente asciende a casi 9.000 millones de euros, a entre 3.000 y 4.000 millones de euros.
Para ello, se plantea la capitalización de esa deuda -es decir, su conversión en acciones-, lo que daría a la banca y los bonistas buena parte del accionariado del grupo sevillano, quitas o algún instrumento como préstamos participativos a largo plazo.
Abengoa presentó el preconcurso de acreedores en noviembre del pasado año ante su elevado endeudamiento y la falta de liquidez.
La banca acreedora ya le concedió un primer crédito de 106 millones en diciembre para afrontar pagos urgentes y ahora los bonistas han ofrecido una nueva línea de alrededor de 160 millones, aunque a un interés considerado excesivo por las entidades financieras.