El presidente de Acuamed ignoró denuncias del fraude

El presidente de Acuamed ignoró denuncias del fraude

01 febrero, 2016
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Actualizado: 01 febrero, 2016 0:00
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El secretario de Estado de Medio Ambiente y presidente de Acuamed, Pablo Saavedra, quien aseguró que se enteró «por la prensa» del escándalo de corrupción en Acuamed, conocía el caso desde al menos julio de 2015. Según consta en el sumario del caso, llegó a recibir hasta tres cartas en las que se avisaba del fraude sistémico en la empresa pública, donde se habrían vaciado cerca de 25 millones de euros.

Las cartas remitidas a Saavedra y en poder de la Justicia están fechadas los días 6, 14 y 28 de julio de 2015, meses antes de que estallase el caso con la decena de detenciones y registros por parte de la UCO de la Guardia Civil.

Las misivas están firmadas por la ingeniero y directivo de Acuamed, Gracia Ballesteros, donde denunciaba con todo lujo de detalles el fraude y vaciamiento que ahora está bajo investigación. Las cartas, reveladas por la cadena Ser, forman parte del sumario. La misma carta se remitió días antes al antecesor de Saavedra, Federico Ramos, el pasado 19 de junio de 2015. Ramos es uno de los implicados en el caso y dimitió del cargo. Ninguno de los dos se dignó siquiera a pedir responsabilidades o motivaciones de la denuncia. Dieron la callada por respuesta.

Según las cartas, Ballesteros fue sometida a «presiones, amenazas y descalificaciones» por parte de los ahora detenidos director general de Acuamed, Arcadio Mateo, y de la directora de Construcción, Gabriela Mañueco, para «realizar actos que beneficiaban a determinados contratistas«. De esta forma, la ingeniero tenía que beneficiar a las empresas asignadas por Mateo y Mañueco.

Según consta en el sumario, Ballesteros avisó del amaño de sus informes contrarios a la adjudicación a Altec de la obra para la red de abastecimiento Campello-Muxamel, con «presiones para que la empresa recibiera buena puntuación técnica». También puso en conocimiento de Saavedra las «continuas presiones por parte de Arcadio Mateo» para subir un 10% a favor de la contratista la liquidación de las obras del río Serpis. 

No obstante, Ballesteros no se amilanó y no dio el visto bueno a estas adjudicaciones. Tras su negativa a ceder a las presiones, Ballesteros y otros tres compañeros fueron «apartados» del cargo y sustituidos por otras personas.

Según consta en las misivas, imploró «amparo y protección» a Pablo Saavedra debido a la «insoportable situación» a la que fue sometida tanto por Arcadio Mateo como por Gabriela Mañueco. Ambos destrozaron la reputación de la ingeniero y formaron un «círculo de aislamiento» por su rechazo a «realizar las acciones irregulares».

Ballesteros acabó fuera de la empresa y expedientada por el propio Mateo, motivo por el cual Saavedra dio la callada por respuesta, según aseguran fuentes de Medio Ambiente a la Ser.

Hace solo 10 días, Saavedra aseguraba: «No, esta es la información que está surgiendo estos días en la prensa. Es la única información que tenemos, estamos bajo secreto de sumario».

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