Serra se escuda en el BdE para justificar su sobresueldo en plena crisis de CatalunyaCaixa

Serra se escuda en el BdE para justificar su sobresueldo en plena crisis de CatalunyaCaixa

11 octubre, 2018
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Actualizado: 11 octubre, 2018 18:11
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El expresidente de CatalunyaCaixa Narcís Serra, exvicepresidente del Gobierno del PSOE de Felipe González, ha asegurado hoy que el Banco de España estaba al corriente de los salarios abonados a la antigua cúpula de la entidad y ha añadido que ni el supervisor bancario ni el propio FROB pusieron objeciones a los aumentos salariales aprobados en 2010.

El exvicepresidente del Gobierno con Felipe González, que llegó a la presidencia de CatalunyaCaixa por su pasado socialista, se ha escudado en el conocimiento que tenía el Banco de España de todo lo que sucedía en la entidad en su declaración ante la Audiencia de Barcelona, que le juzga por los sobresueldos abonados a la cúpula de esa caja en 2010.

En las tres horas y media que ha durado su declaración, Serra se ha mostrado «convencido» de que el Banco de España, e incluso la propia Generalitat, conocían los incrementos salariales aprobados, ha defendido que estas remuneraciones se ajustaban «a la media» del sector bancario e incluso ha dicho que eran «prudentes».

«Las decisiones de 2010 las tomamos con el apoyo del Banco de España, que nos consideraba fundamentalmente sólidos. No nos consideraba en absoluto en quiebra, sino que creía que podíamos superar la crisis», ha sentenciado Serra.

Para justificar los aumentos retributivos concedidos por el consejo de administración en 2010 al ex director general Adolf Todó y al exdirectivo Jaume Massana, Serra ha argumentado que cuando les fichó en 2008 para «cambiar el rumbo» de Caixa Catalunya pactaron situar su salario en «la media» del sector bancario, pero en lugar de hacerlo de golpe, se hizo «por etapas», y de ahí los aumentos acordados en 2010.

El fiscal acusa al consejo de administración de CatalunyaCaixa de autorizar dos aumentos salariales a Todó y Massana, el primero de ellos adoptado en enero y el segundo en octubre, meses después de que Caixa Catalunya recibiera 1.250 millones de euros del FROB, y pide cuatro años de cárcel para Serra al entender que ya entonces sabía que la situación de la caja era crítica.

Respecto al primer acuerdo, que permitió a Todó incrementar su sueldo en 100.000 euros, Serra ha asegurado que el consejo adoptó esa decisión para «dejar este tema encarrilado» antes de que se fusionaran Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona para dar lugar a CatalunyaCaixa.

«En todo momento nuestro ánimo fue de cumplir lo pactado y que Todó se sintiera reconocido, porque la labor de 2010 fue ingente», ha declarado el exministro a preguntas del fiscal, y ha subrayado que aunque se autorizó también un aumento del variable de Todó del 35 % al 50 %, no lo llegó a cobrar ese año, al no cumplir objetivos.

En cuanto al segundo acuerdo, que permitió a Todó cobrar 12.000 euros más poco después de que el FROB inyectara 1.250 millones en CatalunyaCaixa, Serra ha comentado que el ex director general tenía derecho, por contrato, a beneficiarse de cualquier incremento retributivo concedido a los empleados de CatalunyaCaixa.

En un momento del interrogatorio, Serra, que presidió esta entidad financiera entre 2005 y 2010, ha asegurado incluso que él era «crítico con las remuneraciones» que se otorgaban en el sector financiero.

Al ser preguntado por su abogado acerca de si alguna autoridad pública, entre ellas el Banco de España, puso alguna objeción a la remuneración de los directivos, Serra ha comentado que «en absoluto», que el supervisor simplemente le sugirió que Caixa Catalunya debía fusionarse con Caixa Manresa en lugar de con Caixa Girona, y que acabó dando su visto bueno al fichaje de Todó.

A preguntas del fiscal, Serra ha remarcado que en materia de remuneraciones «se cumplía a rajatabla la normativa europea», y ha añadido que, de lo contrario, «el FROB no habría capitalizado» la entidad, y ha añadido que el FROB ascendió incluso a Todó a presidente de CatalunyaCaixa cuando fue accionista.

Haciendo balance de su etapa al frente de la entidad, ha comentado que pocos meses después de incorporarse como presidente a Caixa Catalunya ya llegó «a la conclusión de que convenía cambiar el rumbo de la caja», y que en 2006 empezó a «preocuparse de la sostenibilidad de la caja a medio y largo plazo».

Con todo, ha querido dejar claro ante el tribunal que él no tenía funciones «ejecutivas» y que, por tanto, «no controlaba el rumbo» de la caja de ahorros.

Sin embargo, el fiscal le ha replicado que inspectores del Banco de España ya advirtieron de la situación crítica de la caja en 2010.

El juicio se reanudará el próximo 16 de octubre, cuando está previsto que declare el ex director general de CatalunyaCaixa Adolf Todó, para el que la Fiscalía pide también cuatro años de cárcel. 

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