Si el Gobierno no actúa, el sector turístico perderá 80.000 millones y restará el 5,3% al PIB
El sector turístico español podría perder entre 70.000 y 80.000 millones de euros por la crisis del Covid-19, lo que, junto con el 1,1 millones de personas que se quedarían en el paro temporalmente, supondría una caída del 5,3 % del PIB nacional, según la consultoría Simon-Kucher & Partners.
Esa caída se vería acentuado en las regiones más dependientes del turismo como Canarias y Baleares, donde el gasto turístico extranjero supone alrededor del 40 % del PIB, aunque todo dependerá de la evolución de las medidas en las próximas semanas, de acuerdo con las últimas estimaciones realizadas por la consultoría.
El análisis se basa en la situación actual, en la que el sector turístico prevé una caída anual de los viajes nacionales cercana al 40 %, lo que supondría una pérdida de alrededor de 70 millones de viajeros, y del 50 % de los internacionales, lo que representa unos 45 millones de turistas menos.
Los datos que se han reflejado en este informe serán una realidad, suponiendo que el confinamiento en España se prolongue hasta finales de mayo, que las medidas restrictivas de los mercados internacionales más próximos (norte de Europa) que llevan unas dos semanas de retraso respecto a nuestro país sigan su curso y que la capacidad aérea se restablezca progresivamente a partir de junio.
LOS PRIMEROS BROTES VERDES
El mercado nacional, que supuso el año pasado el 68 % del total, es el que se va a recuperar más rápido y puede mitigar los efectos de la crisis, señala el estudio.
Se espera que su recuperación sea en U, mientras que para los mercados internacionales, se prevé una en U/L, y que un primer brote verde, muy pequeño, aparezca en junio, debido a viajes de necesidad a nivel nacional.
En julio y, sobre todo, en agosto, el mercado español va a empezar a despertar con viajes a destinos de la península donde se pueda acceder de forma flexible y segura en coche, en tanto que los archipiélagos «tendrán que esperar un poco más».
La mayoría de estos viajes va a estar relacionados con segundas residencias o apartamentos vacacionales, aunque las estancias van a ser probablemente más cortas que en años anteriores.
El turismo nacional va a beneficiarse de una parte de la demanda de viajeros que normalmente se iba al extranjero de vacaciones y que, este año, va a preferir limitar los largos desplazamientos.
Para los mercados internacionales, el verano va a ser «muy complicado», con una recuperación mínima en los más próximos, centrándose en clientes fidelizados que conocen un destino u hotel y que se sienten seguros viajando allí o que directamente tienen una segunda residencia en España.
Los meses de septiembre y octubre van a mostrar finalmente signos «mucho más visibles» de recuperación, con el mercado español más tranquilo y prefiriendo el turismo nacional al de largo radio.
De cara a final de año, el informe augura que ya se percibirá una mayor demanda, también asociada a los eventos y conferencias que se han pospuesto durante estos meses.