¿Qué supone económicamente ganar un Goya?
El próximo 6 de febrero se celebra lo que se ha denominado la fiesta del cine español: los Premios Goya. Desde luego, todos podemos estar de acuerdo en que conseguir un galardón de esta categoría da prestigio y reconocimiento, pero, ¿y económicamente? ¿Qué supone para la carrera comercial de esa película? se pregunta los especialistas de BBVA España en su blog en un extenso y cuidado estudio del que nos hacemos eco.
El impulso de los Goya
La influencia de un Goya en la vida de una película es evidente. Cuando un espectador decide entrar a una sala de cine y tiene varias opciones entre las que elegir, es probable que una producción que haya conseguido premios pueda llamar más su atención que una cinta que no los tiene. De alguna forma, ese reconocimiento puede considerarse como una garantía de calidad. Sobre todo, es una buena carta de presentación a la hora de competir contra los grandes nombres que cada semana llegan de Hollywood y que cuentan con una gran repercusión mediática.
Son numerosos los casos en los que una película de las consideradas “pequeñas”, es decir, que no cuentan con un gran boom publicitario, consiguen mayor visibilidad y atención por parte del público. Por ejemplo, en 2007, una cinta considerada de autor, como ‘La soledad’, se estrenó con 30 copias y tuvo unos 41.000 espectadores. Al año siguiente, cuando consiguió tres Goyas (entre ellos, el de Mejor Película), se reestrenó con siete copias más y, en tan solo doce días, logró doblar el número de espectadores.
Otro caso muy peculiar fue el de la película ‘Pa Negre‘, cuya vida comercial estuvo íntimamente ligada a su relación con los premios. La película, que consiguió nueve Goyas en 2011, pasó de 40 copias a 100 tras su éxito en la ceremonia, aumentando un 45% su recaudación. Por no hablar de ‘Blancanieves‘. La película de Pablo Berger, tras ganar diez estatuillas en los Goya de 2013, protagonizó una espectacular subida en taquilla de, ni más ni menos, que el 508% de la recaudación.
Sin embargo, no es el único factor que tener en cuenta cuando se habla de una posible repercusión. Por ejemplo, tampoco hay que menospreciar la fecha de estreno de esas películas. En ocasiones, la cinta puede haberse presentado en las salas incluso un año antes de que llegue la concesión de un premio, por lo que su vida comercial se puede encontrar más que cumplida, y los espectadores no se van a ver incrementados aunque consiga un buen número de Goyas. Esto es lo que señalaba el productor Álvaro Agustín respecto a filmes como ‘El orfanato’ o ‘Celda 211′, auténticos taquillazos que ya habían arrasado en la gran pantalla, para las que los premios no tuvieron una repercusión económica apabullante.
Y es que, la naturaleza de las películas también es un punto a tener en cuenta. Si bien en 2015, las nominadas fueron producciones con gran éxito en taquilla antes de la Gala de los Goya, como ‘La isla mínima’, ‘Ocho apellidos vascos’ o ‘El niño’; en este 2016, nos encontramos con cintas cuya recaudación, hasta el momento, no ha sido excesiva. Cine de autor que suele traducirse en un target más minoritario y con un público muy específico. Veremos cómo les va a ‘La novia’, ‘Truman’ o ‘Nadie quiere la noche’ tras la ceremonia del día 6.
Luces y sombras
Y no sólo en taquilla, porque unos premios como los Goya también pueden tener repercusión a nivel individual. Es decir, para las personas que son partícipes de ella. No hablamos del equipo técnico del filme, pues es difícil que un galardón a la Mejor Fotografía, por ejemplo, repercuta en la carrera del premiado. Pero sí podemos tener en cuenta cómo afecta a directores y actores.
Para un actor que está comenzando, el hecho de ganar un premio de este nivel es un gran trampolín para que los productores se fijen en él, tal es el caso de Javier Pereira, quien ganó un Goya en 2014, o de Marian Álvarez, quien vio su carrera totalmente relanzada tras conseguir el premio por ‘La herida’.
Otros nombres de nuestro panorama audiovisual han podido usar el premio para reivindicarse como talentos a los que la industria no debía olvidar. Muchos consideran que Maribel Verdú está viviendo un segundo renacer tras su trabajo en ‘El Laberinto de fauno’, por la que estuvo nominada. Y, sin duda, muchos recuerdan el discurso de Candela Peña en 2013, quien aprovechó la recepción de su Goya por ‘Una pistola en cada mano’ para pedir trabajo.
Los Goya pueden relanzar la carrera de una película o de un actor y suponer un gran impulso económico para quien produce la cinta. Pero el mundo del cine no responde a una lógica científica, por lo que nunca podemos estar seguros de lo que puede suceder mañana con quien ahora se encuentra en lo más alto.