Trabajadores de Nissan en Barcelona salen a la calle ante el riesgo de que 20.000 familias se queden en el paro

Unos 1.300 trabajadores de Nissan, según la Guardia Urbana, han cortado varias calles del centro de Barcelona este martes para reclamar un plan que asegure el futuro de los empleados de la empresa y sus proveedores en España. 20.000 familias tienen amenazado su sustento.

Los trabajadores de la multinacional han vuelto a las calles tras concentrarse hace dos semanas ante el consulado de Japón, mientras que hoy la protesta ha arrancado en el centro de Barcelona, donde se han reunido centenares de trabajadores de las plantas de Nissan en la Zona Franca barcelonesa, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac.

Junto a ellos se encontraban trabajadores de otras empresas en apoyo a su causa, como una quincena de empleados de la fábrica de la multinacional alemana Continental en Rubí (Barcelona).

«La situación es insostenible», ha lamentado el portavoz de CCOO en la planta barcelonesa de Nissan, Miguel Ángel Boiza, quien ha alertado de que la producción en la planta de la Zona Franca «es cada vez menor» .

Y es que esta fábrica, la más importante del fabricante japonés en España, se encuentra por debajo del 20 % de su capacidad tras las decisiones adoptadas en los últimos meses por parte de Nissan.

Boiza ha recordado que la fábrica de la Zona Franca dejará de fabricar a partir de mayo la pick-up X-Class de Mercedes, y después de Semana Santa se recortará la producción de la furgoneta eléctrica eNV200.

Si bien en 2019 la producción anual de la fábrica se encontraba en 55.000 unidades, el portavoz sindical ha calculado que el año que viene la cifra se reducirá a 42.000 vehículos.

«O nos asignan la producción de un nuevo modelo o dejamos sin trabajo a más de 20.000 familias, entre trabajadores directos, proveedores y subcontratas», ha afirmado Boiza.

Los trabajadores temen los efectos de la restructuración anunciada por Nissan en sus plantas de Europa, entre las que se encuentra la fábrica de la Zona Franca de Barcelona.

Por este motivo, los empleados han salido a la calle para pedir «la implicación de todas las administraciones públicas» en la redacción de un plan que asegure la continuidad de la compañía en España.