El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha calificado este lunes de «cicatera y usurera la actitud de los empresarios, que ya han trasladado a los consumidores los costes de la vida, consiguiendo grandes fortunas, mientras que son incapaces de subir el sueldo a sus trabajadores por encima de los precios al consumo». Sin embargo, el responsable del sindicato socialista no ha realizado ni una sola crítica al Gobierno por su negativa tanto a subir el sueldo a los funcionarios como a la revisión del precio de los contratos públicos que piden los empresarios para poder, por ejemplo, subir sueldos a sus trabajadores, y eso que la recaudación está en niveles récord gracias, precisamente a la inflación.
En declaraciones a los periodistas, Álvarez ha subrayado que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) «tiene que entender» que ha de volver a la mesa de negociación para tratar el aumento de los salarios de los trabajadores y resolver la paralización de los convenios colectivos para «evitar que se agraven los conflictos laborales».
Ha indicado que «la conflictividad laboral ya ha subido este año un 22 por ciento» y ha advertido de que «seguirá subiendo» si no se consensúa un mecanismo que permita aumentar los salarios de los trabajadores.
Álvarez ha apuntado la necesidad de aprobar, ante el aumneto del euribor, un fondo de rescate para las personas en dificultades económicas para pagar sus hipotecas, lo que resultaría beneficioso para ellos y también para las entidades financieras.
«Si el coste de la vida ha subido un 10,4 por ciento, quien puede pensar que los salarios tienen que subir un 3,5 por ciento sin cláusula de la revisión salarial», ha recalcado el líder sindical antes de asistir a la inauguración de la XXII Escuela Internacional de Verano Manuel Fernández López Lito, que cada año organiza UGT y que en esta ocasión está dedicada a «Europa ante el nuevo escenario mundial».
En este sentido, ha indicado que si España no tuviera la «suerte de pertenecer al club del euro, los problemas que atraviesa serían mucho más difíciles de resolver», por lo que se ha manifestado a favor de construir una Unión Europea que pueda dar respuesta a los problemas de la sociedad y ha puesto de ejemplo las dificultades de Reino Unido, «un gran país que no puede resolver» por sí sólo los problemas que padece.
Álvarez ha abogado por «construir más Europa» que dé respuesta al modelo productivo de la Unión, que resuelva los problemas de suministros que han acontecido tras la guerra de Ucrania y apueste por recuperar la agricultura, como «un elemento importante para el futuro» del continente.