Uno de los exvicepresidentes de Serra en CatalunyaCaixa fue elegido por sorteo
Un exvicepresidente de CatalunyaCaixa asegura que le eligieron por sorteo y que recibía curos de formación antes de las reuniones del consejo para saber como actuar en el órgano de máxima dirección de la caja catalana que quebró costanto a los contribuyentes españoles 12.000 millones de euros.
El exconsejero de CatalunyaCaixa Joan Güell, que fue vicepresidente primero de la entidad, ha asegurado hoy que le eligieron para formar parte del máximo órgano de gestión de esta entidad «en un sorteo entre los clientes» de la antigua caja, y que él aceptó el cargo, pero que nunca le advirtieron de que tendría funciones ejecutivas.
Güell ha declarado hoy como acusado en la Audiencia Provincial de Barcelona por dos delitos de administración desleal, por los que la Fiscalía le pide cuatro años de cárcel, al haber votado a favor en 2010 de dos aumentos salariales a la antigua cúpula de la entidad financiera en otras tantas sesiones del consejo de administración celebradas ese año.
En su declaración ante el tribunal, Güell, que gestiona un negocio familiar formado por dos gasolineras, ha dicho que un día recibió una carta en la que se le informaba de que, por sorteo, había sido elegido representante de los impositores en el consejo, y que, tras consultarlo con su director de oficina, se decidió a dar el paso.
Antes de aceptar ser consejero, ha explicado que mantuvo una reunión con un antiguo directivo de Caixa Catalunya al que le confesó que sus conocimientos bancarios eran limitados, pero que este directivo le aseguró que lo que buscaban era simplemente «gente con sentido común», porque para las decisiones técnicas ya estaban los ejecutivos.
Tanto a preguntas del fiscal, como de la abogada del Estado y de su propio abogado, este exconsejero, que ha precisado que no tiene formación universitaria, dado que se quedó en el bachillerato, ha dicho que nunca tuvo «la sensación» de que la entidad atravesara por una situación crítica, y que nadie le dijo que tendría «funciones ejecutivas».
Al ser elegido vicepresidente, le correspondía por estatutos formar parte también de la comisión de retribuciones de la entidad, pero ha insistido en que todo momento se guió por las indicaciones que le hacían tanto el ex director general Adolf Todó como otros directivos.
«Yo me creía en todo momento lo que me decía director general. Gestiono gasolineras. No un banco», ha insistido.
En esta línea, ha confesado que «no es justo» que le pidan cuatro años de cárcel por unas decisiones que él consideró que eran «justas y legales». «Nunca pensé que llegaría a esta situación», ha apostillado.
Por otra parte, ha dicho que no recordaba si Todó estuvo presente en el consejo de administración de 2010 en el momento en el que se aprobó el primer aumento de su salario a la cúpula de la entidad, aunque luego ha añadido: «Creo que no estaba».
Ha explicado también que en 2009 el entonces expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra explicó a los miembros del consejo que tenían a disposición «cursos formativos» para tener más información acerca de cómo funcionaba este órgano y que esas formaciones se hacían justo antes de la celebración de las sesiones.
Por su parte, el fiscal ha asegurado que el acusado cobró 79.000 euros en dietas en 2010, pero el exconsejero ha insistido en que siempre creyó que su cargo era meramente «institucional».
«Cuando salía de la entidad me olvidaba de la caja y me dedicaba a mi negocio», ha afirmado Güell, que en un momento de su declaración ha dicho que había perdido en preferentes y subordinadas emitidas por la entidad la mitad de sus ahorros.