Urgen enfermeras por el coronavirus: ‘Me han llamado de seis hospitales en un día’

«Año y medio sin recibir ofertas de bolsas de empleo de hospitales públicos y, de repente, en un día, seis de ellos me llaman para que, de forma urgente, supla al personal de enfermería que se encuentra en cuarentena por el coronavirus».

Lo relata a Efe Marta, el nombre ficticio de una joven enfermera que prefiere guardar el anonimato, que este pasado martes, cuando ya estaban en alza los casos de contagios por COVID-19 en la Comunidad de Madrid, tuvo llamadas de los hospitales de La Paz, Doce de Octubre, Ramón y Cajal, de Móstoles, de Valdemoro y de Villalba, algunos de ellos incluso de gestión privada.

Marta acabó la carrera hace dos años y está en la bolsa de trabajo para enfermeras de la Comunidad de Madrid, de la de Castilla-La Mancha y de la de varios hospitales, a los que tienes que mandar tu currículo actualizado anualmente.

Asegura que solo una vez desde la comunidad madrileña contactaron con ella desde que se graduó, pero que, como ya estaba trabajando, desechó la oferta.

Hasta esta semana ha ido hilando contratos en el sector privado y alguna estancia de voluntariado sanitario en Latinoamérica.

Pero tras las llamadas recibidas ha querido poner su «granito de arena» en esta crisis sanitaria desde la sanidad pública.

Por ello, ha suspendido el contrato que tenía vigente por unos meses en una empresa privada y ha aceptado el que le han hecho en un hospital de Castilla-La Mancha cercano a Madrid.

«Puedo ayudar por igual a enfermos en una comunidad u otra y he escogido el contrato en Castilla-La Mancha porque tiene una duración continuada de 15 días seguidos, mientras que los de los hospitales madrileños era por días sueltos renovables», explica.

En su primer día de trabajo, ayer miércoles, Marta tuvo que atender a los pacientes de 8 habitaciones dobles, es decir, 16 personas, cinco de ellas en el sector de «aislados».

Un paciente había dado positivo por coronavirus, otro era un caso probable, y el resto tenían problemas respiratorios.

Marta subraya que se trabaja con «medios un poco precarios», pues ella misma ha tenido que lavar «con alcohol y lejía» los tensiómetros porque no había suficientes.

Además, disponen de mascarillas adecuadas para atender a los casos confirmados por el virus del coronavirus, pero para el resto lo hacen con las normales.

«Las enfermeras deberíamos contar con el material adecuado, tanto mascarillas como batas», asevera Marta.

La secretaria general técnica del sindicato de Enfermería (Satse), María José García, valora que el propio portavoz del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, haya reconocido la labor de las enfermeras porque, a su juicio, «nadie puede dudar del compromiso de los enfermeros y enfermeras de este país con los ciudadanos».

«Somos indispensables», enfatiza García, a la vez que ha denunciado la «sobrecarga» que están soportando estos días o las «carencias de material» que «está empezando a notarse en algunas comunidades».

«No sabemos si se debe a la racionalización de los equipos en sí por miedo a un desabastecimiento o porque no los tenían», afirma García, que añade que se han anulado los permisos y vacaciones en muchos centros.

«Lo asumimos porque sabemos -continúa- que es nuestra labor, estamos comprometidos, pero queremos el compromiso de las administraciones para que haya los recursos humanos y materiales necesarios y por la protección del colectivo».

«Lo primero que no queremos como enfermeras es contagiar a la población y lo segundo, que se nos cuide como profesionales porque, si enfermamos, quién va a cuidar de la gente», se pregunta.

Por ello, esta portavoz de Satse exige que «aquellos profesionales de enfermería que estén en una situación de mayor vulnerabilidad, madres lactantes, embarazadas, se les reubique para estar menos expuestas a los riesgos».

La Comunidad de Madrid cifró ayer miércoles en 375 los profesionales en aislamiento por sospecha de coronavirus, mientras se ha anunciado la contratación de 951 profesionales de refuerzo.

La vivencia profesional de Marta, igual a la que están viviendo esta semana muchas otras compañeras en toda España, demuestra que hablamos de una profesión indispensable en cualquier momento, más si cabe ante una crisis como la actual.