Expertos de PwC piden reformas contra la excesiva temporalidad de los jóvenes

Los jóvenes serán los grandes perjudicados por la crisis económica de la covid-19, según los expertos del consenso económico de PwC, que reclaman cambios en la formación y reformas para acabar con la excesiva temporalidad del empleo juvenil.

El consenso económico de PwC correspondiente al primer trimestre de 2021 señala que este colectivo está siendo el gran pagador tanto de la crisis de 2008 como de la provocada por la pandemia.

Los más de 400 expertos, directivos y empresarios que lo forman afirman que la reducción de la población joven, una incorrecta formación -inadecuada para las necesidades productivas- y la excesiva proliferación de la contratación temporal son los principales ejes sobre los que se debería actuar para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado laboral.

Los panelistas, sin embargo, no ven un problema importante en la baja movilidad regional de los jóvenes españoles.

REDUCIR LA BRECHA DEL DESPIDO

Según el informe, el 93,3 % considera extraordinariamente preocupante o muy preocupante la intensa contracción del número de jóvenes entre 16 y 34 años, así como su baja participación en el mercado de trabajo, muy por debajo de los países del centro de Europa o de los países nórdicos.

Para fomentar su incorporación al mercado de laboral, proponen modificar la formación que reciben, vinculándola más directamente a las necesidades productivas, y cambiar los mecanismos de entrada en el empleo, poniendo un mayor énfasis en el aprendizaje.

Respecto a la temporalidad, el 67 % considera que debe reducirse en gran medida la proporción de los contratos temporales entre los jóvenes -por encima del 48 % en 2020- y para hacerlo el 66,1 % apuesta por reducir la brecha entre los costes del despido para los contratos temporales y fijos, mientras que el 41 % cree que se debería penalizar la concatenación de contratos temporales.

SOBRECAPACITACIÓN DE UNIVERSITARIOS

Respecto a la formación, los panelistas ven una manifiesta insuficiencia de los estudios secundarios no obligatorios (bachillerato, formación profesional de grado medio) y un excesivo peso de los primarios y, especialmente, de los superiores, donde existe una sobrecapacitación de los jóvenes universitarios, que acaban compitiendo en el mercado por trabajos de inferior cualificación.

Para corregir estos desequilibrios, el 96,3 % apuesta por incentivar e invertir en la formación profesional, el 56,5 % por reformar la formación universitaria, reforzando los estudios científicos, y el 54,6 % propone potenciar la formación básica.

Para mejorar las tasas de escolarización posobligatorias -alejadas de países como Suecia, Bélgica, los Países Bajos, Irlanda, Polonia o Finlandia- y su incidencia en el empleo juvenil, también proponen incentivar la formación profesional (88,9 %), así como reforzar la orientación profesional que reciben los jóvenes (81,6 %) y el sistema educativo en los territorios con mayor fracaso escolar (53,2 %).

Además señalan que habría que aumentar la oferta de trabajo juvenil con formación tecnológica y ponen sobre la mesa dos medidas adicionales: fortalecer los estudios secundarios y superiores con una mayor oferta técnico-matemática (73,2 %) e incrementar la participación femenina en este tipo de estudios (46,3 %).

REBAJA DE EXPECTATIVAS DE CRECIMIENTO AL 5,5 %

Los expertos participantes en esta edición han moderado sus expectativas sobre el crecimiento de la economía española en 2021 al 5,5 % desde el 5,9 % que esperaban hace tres meses, mientras que para 2022 esperan que la actividad se incremente un 4,8 %.

Los analistas siguen calificando la situación financiera de las familias (51,8 %) y de las empresas (58,8 %) como mala, aunque aumentan hasta el 60,5 % (+14 puntos) los que esperan que el consumo familiar crezca en los próximos seis meses y hasta el 55,3 % (+8 puntos) los que creen que la demanda de vivienda permanecerá estable.

Por el lado de las empresas, aumentan hasta el 62,2 % los que prevén un aumento de las exportaciones y hasta el 51,4 % los que piensan que la inversión productiva de las compañías permanecerá estable en los próximos seis meses.

En relación con la creación de empleo, la opinión está dividida: un 35 % asegura que aumentará, un 30,6 % que permanecerá estable y un 34,2 % que disminuirá.