El expolio de las comarcas separatistas a Tabarnia

Tabarnia, la próxima Comunidad Autónoma en España formada por parte de Tarragona y Barcelona, no es ninguna broma, como aseguran los independentistas. Ha venido para quedarse y sus argumentos son exactamente los mismos esgrimidos por los separatistas.
La Generalitat no devuelve el 20% de los impuestos que pagan los tabarneses. Es decir, las economías regionales dentro de Cataluña son además de no independentistas, las más ricas de la Comunidad Autónoma. Asimismo, son las que mayor impuestos aportan a las arcas, y por tanto tienen déficit fiscal. Exactamente lo mismo que ocurre con Cataluña, Madrid o Baleares respecto a España.
Tabarnia mostraría así un argumento utilizado por los separatistas y progresistas, como el PSC, para exigir una mejor financiación respecto al resto. Es habitual oír hablar a los diputados del PdCat, ERC y algunos del PSC sobre los 16.000 millones que pagan de más los catalanes y no se les devuelve cada año. Un cifra gigantesca que se repite como un mantra. Pero, de dónde salen ¿la mayoría de impuestos que pagan los catalanes? La respuesta se encuentra precisamente en la parte constitucionalista del territorio, es decir, Tabarnia -Barcelona y parte de Tarragona- y no de las regiones rurales donde el independentismo está sobrerepresentado en el Parlamento autonómico al carecer de una ley propia donde cada voto valga exactamente lo mismo, independientemente de donde se emita.
La idea de Tabarnia ha puesto en un serio aprieto a los independentistas catalanes, ya que se les rebate exactamente con los mismos argumentos. Esta futura Comunidad Autónoma podría separarse del resto de Cataluña sin que nadie ni nada pueda impedirlo, ya que solo deciden quienes allí residen, y a tenor de los resultados del 21-D, podrían ser mayoría. Exactamente el mismo razonamiento que han esgrimido los separatistas para saltarse la Constitución, las leyes e incluso el propio Estatuto de Cataluña.
Los tabarneses tienen claro que ilerdenses y gerundenses no pueden decidir su futuro, menos cuando no residen en la región y por tanto no pueden entender sus ideas. Tal y como afirman los independentistas a quienes no residen en Cataluña, o bien tratan de «colonos» a quienes se muestran en contra del independentismo en su propia tierra.
Si Cataluña puede ser viable, como dicen los separatistas, más aún Tabarnia que concentra gran parte de la riqueza. De hecho, mirando el destino de las inversiones o por número de grandes empresas, Barcelona y esta parte de Tarragona concentran la mayoría de la inversión extranjera y de los centros de producción. De hecho, el área industrial de Cataluña se encuentra situado en las afueras de Barcelona. De esta forma, el grueso de los impuestos que se pagan proviene de esta misma zona, pero la Generalitat no realiza las inversiones en las regiones en función de lo que aportan, aunque sí lo exige en el caso de España. Con Tabarnia se han encontrado la horma de su zapato.
Según el reciente informe sobre las balanzas fiscales dentro de Cataluña de Convivencia Cívica Catalana (CCC), uno de los estudios más riguroso sobre esta difícil y compleja tarea, muestra que Barcelona aporta la gran mayoría de los impuestos que recauda la Generalidad. En todos los casos alcanza el 80%, pero por contra apenas recibe el 60% del total de las inversiones, un expolio fiscal en toda regla, más cuando los barceloneses se han declarado en favor de la unidad del país.
En caso de concretar las comarcas que componen Tabarnia -Barcelonés, Vallés Occidental, Bajo Llobregat, El Maresme, Vallés Oriental, Tarragonés, Bajo Campo, Garraf, Alto Penedés, Bajo Penedés- las razones para denunciar el expolio fiscal es aún mayor. La mayoría de estas comarcas reciben menos gasto respecto a los ingresos que aportan.
La comarca de Barcelona aporta el 38% de los ingresos de la Generalidad, pero solo recibe el 24%. Es decir, pierde 35 euros en este cambio, un motivo para separarse, según el argumentario separatista, del resto de Cataluña.