La FAO pide ayuda urgente para agricultores de áreas liberadas del EI en Irak

La FAO pide ayuda urgente para agricultores de áreas liberadas del EI en Irak

23 marzo, 2016
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Actualizado: 23 marzo, 2016 0:00
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Roma, 23 mar.- Los agricultores de las áreas iraquíes liberadas del control del grupo yihadista Estado Islámico (EI) necesitan ayuda urgente tras las grandes pérdidas sufridas, dijo a Efe el representante de la FAO en Irak, Fadel el Zubi.

Según un reciente informe de evaluación de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el conflicto ha causado «significativos daños y pérdidas» en el sector primario en zonas que fueron recuperadas por las autoridades en 2015 en las provincias de Nínive, Kirkuk y Saladino, al norte de Bagdad.

Esas provincias han contribuido tradicionalmente a la mitad de la producción nacional de cereales, la fuente de ingresos para un 70 % de su población.

Con los combates ha aumentado la inseguridad alimentaria, que afecta a 4,4 millones de personas, según la FAO.

El Zubi destacó la necesidad de ayudar a los agricultores en esas zonas a restablecer sus actividades, reparando los daños que han sufrido en activos e infraestructuras.

«Las nuevas áreas liberadas son cuarenta distritos, en su mayoría rurales, que necesitan nuestro apoyo», sostuvo el representante de la organización de la ONU, que ha lanzado un programa de rehabilitación de sistemas de irrigación, canales, puentes, granjas y otras instalaciones.

El Zubi comentó que en un primer momento, tras la liberación de algunas zonas, pudieron llevar insumos como semillas y fertilizantes a los productores, que también necesitan vacunas y material veterinario.

Recordó que las agencias han apoyado a los desplazados internos (más de tres millones) y las comunidades que los acogían con proyectos que consistían en la entrega de dinero en efectivo a cambio de trabajos temporales para mejorar su situación.

Según el estudio, la invasión del EI en Nínive, Kirkuk y Saladino se produjo en 2014 justo después de la cosecha, haciendo que se rompiera el ciclo de producción.

Además de la reducción de los rendimientos y de las áreas cultivadas con cereales, muchas infraestructuras agrícolas, almacenes e invernaderos han sido dañadas o robadas.

La falta de pesticidas ha llevado a la propagación de pestes, mientras que los altos precios de los equipos impiden a los agricultores renovar los suyos y muchos jóvenes se han unido a la lucha contra el Estado Islámico, reduciendo la mano de obra, sobre todo desde el pasado abril.

En muchas áreas se ha perdido hasta un 90 % de las aves de corral, un 80 % de las ovejas y cabras, y un 50 % de las vacas, lo que ha influido en la caída de la producción de carne, leche y huevos entre un 30 y un 50 %.

En Saladino, donde casi una tercera parte de los productores se dedica a la pesca y la acuicultura, casi todos los barcos y piscifactorías han sido destruidos por la violencia. EFE

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