¿Cómo financia Anna Gabriel su estancia en Suiza, la capital del dinero y de la banca?

Un día antes de tener que comparecer ante el Tribunal Supremo en Madrid, la dirigente de la CUP Anna Gabriel ha confirmado que no acudirá mañana a declarar como investigada por rebelión y que permanecerá en Suiza, donde medita pedir «asilo político» si España solicita su extradición.

Después de que en la noche del sábado se desvelara que la exdiputada independentista, cuyo paradero en las últimas semanas se desconocía, se hallaba en tierras helvéticas, hoy se ha despejado la incógnita de si finalmente acudirá a su cita ante los tribunales.

Siguiendo los pasos del expresident Carles Puigdemont, quien se refugió en Bélgica para «internacionalizar» el proceso independentista, Gabriel huye también ahora de la justicia española, al considerar que en la causa abierta por el proceso independentista «no existe derecho a un juicio justo».

Pero, ¿Cómo pagará su nueva vida la independentista Anna Gabriel en Suiza?

De primeras en Suiza difícil alquilar un piso de dos habitaciones en el centro de Ginebra ya que no baja su precio de  5.000 euros al mes. Alquilar un piso pequeño, de una sola habitación, puede costar hasta 2.500 euros al mes, si es de dos dormitorios, el precio se dispara entre los 5.000 y los 7.000 euros mensuales.

Un adulto que viva en Ginebra necesita unos 1.300 euros cada mes solo para gastos básicos como hacer la compra o viajar en transporte público. 

Solo un kilo de pollo cuesta más de 20 euros y uno de ternera supera los 40. Suiza es el lugar más caro de Europa para vivir, y el segundo del mundo por detrás de Las Bermudas.

La dirigente cupera, en una entrevista a la radiotelevisión pública francófona RTS, ha explicado además que está dispuesta a pedir asilo político en Suiza si España reclama su extradición.

«Por el momento no he pedido asilo político. Si me quedo aquí, intentaré reanudar la vía académica. Yo era profesora de Derecho en la Universidad de Barcelona. Intentaré trabajar, intentaré instalarme aquí», ha señalado Gabriel en un buen francés.