La Audiencia Nacional ha aplazado este viernes el juicio del caso por la supuesta trama de extorsión de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc) y el sindicato de Manos Limpias al tener coronavirus la esposa de uno de los diez acusados.
La Sala tenía previsto reanudar la vista pero varias defensas han pedido la suspensión de la presente sesión debido a la situación creada por el COVID-19, una de ellas la de A.S.G., que según el fiscal era tesorero de Ausbanc Empresas, que ha advertido que su representado estaba sentado en el banquillo cuando su esposa se encuentra afectada por el coronavirus.
Al comienzo de la sesión, en la que varios asistentes asistían con mascarillas y guantes, algunos letrados han pedido el aplazamiento de la vista.
Uno de ellos ha alegado que es asmático y que el compañero que tenía al lado suyo estaba tosiendo, por lo que no entendía por qué se tenía que celebrar el juicio cuando por ejemplo el del caso Gürtel se ha suspendido hasta dentro de un mes y además algunos de los presentes son personas con cierta edad y con más riesgo de contagio.
Ha añadido que «no se juzga un caso que afecte a la seguridad del Estado ni está entre los acusados un miembro de ETA peligroso del que esté cerca el cumplimiento del plazo máximo de prisión provisional».
El abogado de otra de las acusadas, R.A.F., que según el fiscal fue jefa de gabinete de la Presidencia de Ausbanc y responsable de organización de eventos en Ausbanc Empresas, ha dicho que esta mujer se encuentra también en el colectivo de más riesgo de contagiarse de coronavirus al padecer una enfermedad coronaria.
El abogado de Virginia López Negrete, letrada de Manos Limpias, ha comentado: «No somos súper-héroes, pues ahora los súper-héroes llevan bata blanca y no toga».
El fiscal se ha opuesto al aplazamiento del juicio al no encontrar causa legal ya que el Gobierno aún no ha suspendido actividades como la de este juicio.
Ha recordado que además el Consejo General del Poder Judicial acordó este miércoles dejar al criterio de cada tribunal si procede suspender un juicio y que un día antes la Fiscalía General del Estado dio instrucciones a los fiscales para que estén presentes en las vistas que se mantengan señaladas.
Además ha explicado que aunque existe el derecho a la salud el de un proceso sin dilaciones indebidas es un derecho fundamental.
Por ello el fiscal entendía que podía haberse celebrado la sesión de este viernes permitiendo que los acusados afectados no estuviera presentes pues solo iba a seguir interrogando al presidente de Ausbanc, Luis Pineda.
Sin embargo el abogado de la acusación ejercida por Podemos se ha sumado a la petición de suspensión al entender que hay un acusado que debe estar en cuarentena, además de que hay letrados que proceden de diversas provincias.
La intención de la presidenta de la Sala tras oír estos argumentos era celebrar solo la sesión matutina aprovechando la presencia de todos en la sala pero ante la insistencia de varios abogados el tribunal se ha retirado a deliberar unos minutos.
Finalmente la presidenta del tribunal ha comunicado que se acordaba el aplazamiento del juicio al encontrarse enferma con coronavirus la esposa de uno de los acusados y ha indicado que en los próximos días notificará cuándo se reanuda la vista.
En este juicio se sientan en el banquillo Luis Pineda, el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad y ocho acusados de integrar una trama de extorsión, por los que los dos primeros se enfrentan a peticiones del fiscal de 118 y casi 25 años de prisión.
Están acusados de extorsionar a bancos, cajas de ahorros y empresas a cambio de financiación con importantes cantidades de dinero para no publicar informaciones desfavorables y para retirar acusaciones en causas judiciales como la seguida contra la infanta Cristina en el caso Nóos.
Sin embargo, otros hechos apuntan a que están sentados en el banquillo de los acusados por una trama supuestamente orquestada por el BBVA cuando era presidido por Francisco González, imputado por el caso Tándem, y el excomisario Villarejo, ahora en prisión por el mismo asunto.
En concreto, el sumario del caso Villarejo relativo a los encargos del BBVA ha sacado a la luz el proyecto PIN, que tenía por objeto espiar a Ausbanc y a su presidente, Luis Pineda, quien cifra en 500.000 euros la cantidad pagada por el banco al comisario jubilado por sus servicios.
