BBVA, a tiro de opa tras perder más de la mitad de su valor en Bolsa en 8 meses

BBVA, a tiro de opa tras perder más de la mitad de su valor en Bolsa en 8 meses

31 agosto, 2020
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Actualizado: 31 agosto, 2020 18:54
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En los últimos meses los rumores de opa, fusión o absorción han rodeado al BBVA, que vive una situación caótica en Bolsa. En ocho meses, desde el cierre del 31 de diciembre a 4,98 euros la acción a hoy 31 de agosto, a 2,45 euros, los accionistas han perdido la mitad de su inversión, es decir, 1.000 euros en acciones del BBVA de principios de año apenas son ahora 500. Su valor en Bolsa es ahora de 16.350 millones de euros y esa capitalización bursátil ya no es un blindaje antiopa.

Una de las mejores armas para defenderse de una operación hostil en la Bolsa es la capitalización bursátil, es decir, el valor de la compañía, lo que tendría que pagar alguien si quisiera lanzar una opa. Pues bien, la crisis de coronavirus ha dejado a muchos valores en Bolsa en esa situación de debilidad frente a posibles rivales, nacionales o extranjeros.

Uno de esos valores es el BBVA. A finales de 2019, el banco valía más de 32.000 millones de euros, una cantidad muy respetable que hacía huir a cualquier posible comprador. Sin embargo, tras ocho meses de mercado, ese valor ha caído a la mitad. Su cotización ha evolucionado de los 4,98 euros del cierre de 2019 a los 2,45 euros del cierre de hoy, jornada en la que ha sufrido una caída de casi el 6%.

Además de la merma de la actividad en el mercado nacional, tanto en el segmento de empresas como en el de particulares, el gran descalabro del BBVA hay que buscarlo principalmente en su estrategia internacional. Dos de sus principales motores de crecimiento de su beneficio, México y Turquía, sufren una severa crisis y su impacto en los resultados del banco presidido por Carlos Torres puede ser muy negativo.

El banco está también inmerso en una investigación judicial por las andanzas de su anterior presidente Francisco González con el excomisario Villarejo al que supuestamente contrató siendo policía en activo para espiar a rivales, políticos, periodistas, etc, considerados por González enemigos y contrarios a los intereses del BBVA. Tanto el expresidente del banco como el propio banco están imputados en un caso que pude tener graves consecuencias para la entidad financiera y sus accionistas.

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