El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha considerado este martes que Europa está en una encrucijada y tiene que responder a los aranceles de Estados Unidos de manera «lógica, prudente y sensata», pues hay que evitar una escalada en la ofensiva comercial.
A pesar de la incertidumbre actual y la reacción de los mercados con fuertes caídas, De Guindos se muestra optimista y sostiene que es una llamada de atención a Europa para ser «más autónomos e independientes» tanto en energía, como en defensa o económicamente.
En su opinión, hay que intentar negociar con Estados Unidos, «con la cabeza fría y que no te avasallen», pero mostrando las bazas y la voluntad de negociación, ha explicado durante su intervención en la asamblea de la Asociación Española de Banca (AEB).
También ha abogado por que Europa culmine la integración de los mercados de bienes y servicios, que limita la productividad, además de la unión de mercados de capitales y la unión bancaria.
Y «lo más importante», ha insistido, es actuar unidos. «Si Europa se divide, será más complicado», ha advertido.
De Guindos: «En momentos de incertidumbre es cuando Europa suele tomar las decisiones correctas»
Por el momento, ha reflexionado, la respuesta de Europa a las medidas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es «prudente, cauta» y cree que «inteligente», pero a renglón seguido ha advertido de que la no integración de los mercados de bienes y servicios pone a Europa en una situación de desventaja.
También ha lamentado que no se hable del mercado laboral y tener una regulación laboral común, algo que piensa podría ser útil.
En cualquier caso, De Guindos ha recordado que en momentos de incertidumbre es cuando Europa suele tomar las decisiones correctas y espera que en esta ocasión suceda lo mismo. De lo contrario «perderemos la oportunidad», ha avisado.
En el lado positivo, ha destacado, los altos niveles de capital y liquidez de los bancos españoles y europeos para que la financiación siga llegando a la economía productiva. «No hay nada como tener una banca solvente y líquida en momentos de inquietud», ha elogiado, aunque ello no ha evitado que se produzcan grandes caídas en bolsa.
La clave española es mantener la competitividad
La reacción del mercado es la aversión al riesgo por unos aranceles mayores de lo previsto, con caídas de rentabilidades de los bonos públicos y, una contradicción en lo que ha venido siendo hasta ahora, la depreciación del dólar, eso tiene que ver con diversificación de inversores institucionales, ha resumido.
Los ajustes tienen que ver con que los inversores descuentan menos crecimiento económico y más inflación, pero el aspecto positivo es que los mercados siempre han estado líquidos.
«No ha habido una situación de pánico», ha dicho De Guindos, que sostiene que, a futuro, lo que parece preocupar a los mercados es la posibilidad de una segunda ronda de aranceles que llevaría a una guerra comercial.
En clave española, lo fundamental, a su juicio, es mantener la competitividad de la economía e intentar limitar los costes a la estructura empresarial española.
También ha pedido «evitar errores como la reducción de la jornada laboral, que no parece lo ideal para mantener la competitividad», al tiempo que ha recordado la posición contraria del BCE a un impuesto extraordinario a la banca.