Desplome sin paliativos de la economía en el estado de alarma
La desescalada, llena de dudas y críticas que mantienen en estado de alta agitación a los sectores afectados, se ha topado este jueves con una dato que muestra con toda su crudeza el alcance y la proyección futura de la crisis sanitaria: la economía española se ha desplomado en el primer trimestre un 5,2 %, solo con el impacto del coronavirus en las dos últimas semanas de marzo. Es el peor dato de PIB de toda Euroopa.
Con esa perspectiva, los ciudadanos se preparan para poder salir desde el sábado a pasear y hacer deporte entre las 6 y las 10 de la mañana y las 8 y las 11 de la noche, primera gran prueba para el desconfinamiento, ante lo que autoridades sanitarias y epidemiólogos no cesan de pedir cautela y mantenerse vigilantes para que esa eliminación de restricciones no lleve a un rebrote y, menos aún, a una temida segunda oleada.
También escrutan atentamente los expertos la evolución de la epidemia en aquellos territorios donde más estragos ha causado y más despacio se van controlando los contagios, como Madrid y el área metropolitana de Barcelona, que este jueves han seguido sumando la mitad de las infecciones, hospitalizaciones e ingresos en ucis, lo que compromete sus posibilidades de iniciar la desescalada en los tiempos y las condiciones previstas.
Pese a ello, la tendencia general decreciente de la pandemia en España sigue incrementando su velocidad con menos muertos (269), menos infecciones (1.309), menos ingresos hospitalarios (816) y más curados (3.204) para unas cifras globales que, sin matices, siguen impactando: 24.543 fallecidos consignados, 213.435 positivos diagnosticados con PCR y 112.050 dados de alta.
EL RIESGO DE LOS REBROTES
«Ojo a posibles rebrotes», ha dicho este jueves en su comparecencia en el Congreso el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha alertado de los riesgos que comporta el desconfinamiento. «No voy a ser prudente, sino lo siguiente, en avanzar en las etapas», ha subrayado, tras recordar que en todos los países que han abordado la llamada fase de transición ha habido algún episodio de este tipo.
Desde hace semanas, epidemiólogos y especialistas en sanidad pública ilustran sus llamadas a la cautela con esos ejemplos recientes, entre ellos el de Singapur, alabado por la OMS por su control de la pandemia, pero que sufrió un rebrote a comienzos de abril, lo que obligó a decretar el confinamiento, que se ha prorrogado una semana. Su error fue no ocuparse de un millón de habitantes pobres sin acceso a seguimientos médicos.
También Japón se vio forzado a declarar, por primera vez en su historia, el estado de emergencia, después que sus indicadores evidenciaran que tenía bajo control al coronavirus, que, como en Singapur, repuntó en abril, mes en el que el promedio de positivos no ha dejado de crecer. A mediados de marzo celebró su fiesta primaveral alrededor de los cerezos en flor con nutrida participación.
Más cerca, y más próximo en el planteamiento, está Alemania, el país europeo ejemplar en la lucha contra la pandemia, en donde, sin llegar a lo sucedido en Singapur o Japón, se ha visto cómo aumentaban los casos tras levantarse las primeras restricciones y, en menos de dos semanas, el ritmo de contagios, esto es, el número de personas a las que un infectado puede transmitir la enfermedad, subía del 0,7 al 1 por ciento.
Por esa razón, se multiplican los llamamientos, como el del director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, que ha pedido precaución para “moderar la euforia”, evitar los riesgos y que no haya “pasos atrás”.
MADRID Y BARCELONA
Para que no haya retrocesos, los expertos insisten en que hay que medir los tiempos y las condiciones con criterios científicos, antes de iniciar procesos de desescalada y, en ese sentido, las autoridades sanitarias han reconocido este jueves que hay dos territorios, la Comunidad de Madrid y Cataluña, donde la evolución de la epidemia complica a día de hoy la puesta en marcha de determinadas medidas de reactivación social y económica.
Simón ha subrayado que el punto de partida de Madrid y Cataluña “es un poco más complicado que el de otras comunidades, por lo que es posible que se retrase la toma de medidas”.
Madrid y Cataluña, sobre todo la conurbación de Barcelona, han notificado 668 casos (406 y 262, respectivamente) de los 1.309 nuevos contabilizados y, pese a mantener una tendencia descendente, el número de casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días sigue muy alto: 157,23 y 150,64. También es muy elevado el de Castilla y León (145,11), la tercera en positivos consignados esta jornada, con 195.
En el polo opuesto se encuentran Andalucía, Asturias, Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, además de Ceuta y Melilla, todas ellas por debajo de 28 casos por cada 100.000, que entraría en el umbral de los marcadores epidemiológicos adecuados si se aplicara el requisito de dos casos diagnosticados al día. Pero esos umbrales siguen sin conocerse.
Ahora hay que ver la situación en cada uno de esos territorios por provincias, como el Gobierno acordó inicialmente para la desescalada, o por regiones sanitarias, como plantean diversas comunidades y el Ejecutivo está dispuesto a considerar, tras las criticas y reproches que le han hecho buena parte de ellas.
La ministra de Política Territorial, Carolina Darias, ha asegurado hoy en el Senado que lo decidido en el plan de desescalada se abordará en «encuentros bilaterales» con las comunidades autónomas, que son las que siguen teniendo la gestión.
CRISIS SANITARIA, CRISIS ECONÓMICA
La cara económica de esta crisis sanitaria, cuyo negro perfil han venido dibujando desde hace semanas organismos nacionales e internacionales, se ha presentado este jueves sin el maquillaje de las previsiones con el avance del Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre, en el que la economía española ha sufrido un batacazo histórico con una caída del 5,2 %, y eso que el impacto del coronavirus sólo se corresponde con las dos últimas semanas de marzo.
El confinamiento de la población y la paralización de la actividad han hundido el consumo de los hogares, la inversión y las exportaciones y ahora se hacen cálculos de cuáles serán los efectos a lo largo de todo el año.
El impacto ha sido menor en el empleo, ya que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo solo cayeron un 1,9 % en el primer trimestre, si bien las horas de trabajo descendieron un 5 %, lo que podría estar relacionado con el recurso a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que mantienen a los trabajadores en suspenso.
Parece obvio que con la caída de la economía registrada en el primer trimestre, en el que el estado de alarma solo ha abarcado quince días, el desplome del PIB será mucho mayor en el segundo, lo que llevará a una recesión que todavía no se sabe cuánto durará.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que las previsiones de organismos internacionales advierten que la coyuntura económica mejorará a partir del tercer trimestre, pero ahora es muy difícil hacer pronósticos, como lo es aventurar cuál será la evolución de una epidemia sobre la que aún existen muchos interrogantes.