¿Dónde está el avance de la economía de Pedro Sánchez?: Cae el PIB, sube el déficit y la deuda

¿Dónde está el avance de la economía de Pedro Sánchez?: Cae el PIB, sube el déficit y la deuda

El Gobierno ha revisado al alza su previsión de déficit público para el cierre de este año, que sitúa ahora en el 8,4 % del PIB, y de la deuda pública que la sitúa en el 119,5%
30 abril, 2021
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Actualizado: 30 abril, 2021 13:53
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmaba ayer que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) conocidos ese mismo día constatan que la recuperación sigue avanzando. La EPA desveló una cuota de para del 16%, una de las más altas de toda la UE, con 1.200.000 hogares con todos sus miembros en paro. Hoy, se ha sabido que el PIB, lejos de recuperarse, como había pronosticado el Ejecutivo, se contrajo el 0,5% en el primer trimestre y ha revisado al alza la previsión de déficit público para el conjunto del año al 8,4% y ha elevado la de deuda pública al 119,5% del PIB ¿Dónde está el avance de la economía? Solo Sánchez debe saberlo.

La economía española cayó un 0,5 % en el primer trimestre del año, lo que supone una recaída tras el estancamiento del trimestre anterior achacable a las restricciones de la tercera ola de covid-19 y a la tormenta Filomena en el centro peninsular.

No obstante, el Instituto Nacional de Estadística (INE) explica que para este avance de la contabilidad nacional la mayoría de indicadores coyunturales recogidos son de enero y febrero, que han sido los peores meses del trimestre, por lo que cabe esperar que la futura revisión del dato sea de una magnitud mayor a la habitual.

De acuerdo con las cifras publicadas este viernes, la demanda nacional restó 0,9 puntos al avance del PIB, tras la recaída del consumo y la inversión en el primer trimestre.

Esa aportación negativa fue compensada en parte por la contribución positiva de 0,4 puntos de la demanda exterior (exportaciones e importaciones).

En comparación con un año antes el PIB cayó el 4,3 %, frente al 8,9 % del trimestre precedente, una moderación consecuencia de que se empieza a comparar con 2020, año en el que la pandemia ya afectó a la economía.

El empleo de la economía, medido en horas trabajadas, se redujo un 2 % respecto al trimestre anterior, mientras que los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo aumentaron un 1,4 %, por el efecto de la caída de las jornadas a tiempo completo.

La restricciones a la movilidad propiciaron una caída del 1 % del consumo de los hogares entre enero y marzo, y un descenso del 1,9 % de la inversión en su conjunto, si bien a inversión empresarial en bienes de equipo y maquinaria se mantuvo en positivo, con un avance del 0,9 %.

Destaca la caída del 5,2 % de la inversión destinada a vivienda y construcción.

Las exportaciones se estancaron y registraron un ligero retroceso del 0,1 %, mientras que las importaciones cayeron el 1,3 %, en línea con la contracción de la demanda interna.

Desde el lado de la oferta, todas los sectores de actividad cayeron, salvo el de los servicios, que logró avanzar el 0,2 %, con un repunte del 1,4 % del comercio, el transporte y la hostelería.

La construcción cayó un 4,2 %; la industria, un 2,1 %; y la agricultura, un 2 %.

El empleo medido en horas trabajadas solo creció en la construcción (2,8 %), mientras que cayó en la agricultura (2,6 %), la industria (1,9 %) y los servicios (2,5 %).

El PIB cae, el déficit público sube

El Gobierno ha revisado al alza su previsión de déficit público para el cierre de este año, que sitúa ahora en el 8,4 % del PIB, 0,7 puntos por encima de la estimación de otoño (7,7 % del PIB) ante la rebaja del crecimiento económico.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este viernes las proyecciones de déficit incluidas en el Programa de Estabilidad 2021-2024, incluidos los primeros cálculos del desfase para 2022 (5 % del PIB), 2023 (4 % del PIB) y 2024 (3,2 % del PIB) en un escenario inercial, es decir, sin reformas.

El déficit público cerró 2020 en el 10,09 % del PIB, una cifra que se eleva al 10,97 % del PIB si se computan las ayudas a la banca -en las que desde el pasado año también está incluida la Sareb-, lejos del dato de 2019 (2,86 % del PIB) pero por debajo de la previsión inicial 11,3 %.

La ministra ha explicado que la subida de la previsión de déficit para 2021 -que, a pesar de ello, experimentará la segunda mayor reducción de la serie histórica- es inferior a la bajada de la proyección del PIB por dos motivos: 2020 cerró mejor de lo esperado y el efecto positivo de las medidas de protección de rentas en la recaudación.

Por subsectores, en 2021 la administración central registrará un déficit del 6,3 % del PIB, ya que asume buena parte del impacto de la pandemia; las comunidades autónomas, del 0,7 % del PIB, y la Seguridad Social, del 1,5 % del PIB, mientras que las corporaciones locales cerrarán en equilibrio.

Hacienda prevé una recaudación de 275.243 millones de euros este año, un 7,6 % más y «similar» a la de 2019, con avances en todos los impuestos: IRPF (del 5,9 %), IVA (7,8 %) e impuesto de sociedades (13,9 %).

La corrección del déficit en 2022 está relacionada con la mejora de la actividad ante el fin de la emergencia sanitaria y la consiguiente reducción de los estímulos y ha subrayado que demuestra el compromiso del Gobierno con la responsabilidad fiscal a pesar de que defiende que las reglas fiscales se mantengan suspendidas en 2022.

La deuda pública imparable

El Gobierno también ha revisado las previsiones de deuda pública, que sitúa ahora en el 119,5 % del PIB para este año -por encima del 117,4 % del PIB estimado el pasado otoño-; el 115,1 % del PIB para 2022; el 113,5 % del PIB en 2023 y el 112,1 % del PIB para 2024.

La deuda pública cerró 2020 en un máximo histórico del 120 % del PIB, casi 25 puntos más que un año antes y por encima del objetivo del 118,8 % del PIB, en parte por el impacto de la consolidación de la Sareb.

Montero ha señalado que esta senda de déficit y deuda es «coherente» con el cuadro macroeconómico del Ejecutivo, que prevé un crecimiento económico este año del 6,5 %, 3,3 puntos por debajo de su escenario más optimista del otoño pasado (9,8 %) ante un primer trimestre peor de lo esperado por la pandemia.

En ese sentido, la ministra ha asegurado que la contracción económica del 0,5 % en el primer trimestre avanzada este viernes por el INE «no compromete» los previsiones del Gobierno y ha señalado que hay datos que invitan al optimismo, como el empleo, las salidas de ERTE o el comercio minorista.

 

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